Los pactos postelectorales consumados en la provincia de Huelva de cara a los actos de investidura del pasado sábado se han saldado con tres dimisiones en Almonte --los cabezas de lista del partido socialista, Rocío Espinosa y Antonio Joaquín Díaz como número dos, y del PP, Matías Medina, que renunciaron a su acta de concejal-- y con dos bajas de la militancia del PP de Punta Umbría, las de las concejales María Sacramento Villegas y Amelia Gallardo de la Torre, que finalmente apoyaron a la alcaldesa socialista, Aurora Águedo.
Los tres socialistas almonteños decidieron no recoger su acta de concejal en Almonte, donde finalmente regentará la Alcaldía la candidata por Mesa de Convergencia a la Alcaldía, Rocío del Mar Castellano, tras lograr en los pasados comicios solo dos concejales y obtener los apoyos de doce votos del PSOE, PP e Independientes por Huelva, una alcaldesa que gobernará los dos primeros años y que dejará gobernar al PSOE en los dos últimos, según el acuerdo alcanzado.
Finalmente Francisco Bella, que fue alcalde de la localidad durante 20 años bajo las siglas del PSOE y que en la última legislatura se presentó por Ilusiona, y que fue la fuerza más votada con nueve concejales, se queda en la oposición.
En su perfil de Facebook, consultado por Europa Press, la que fuera candidata del PSOE y exalcaldesa, ha publicado una carta en la que agradece la confianza depositada en su persona para "liderar nuestro pueblo" y por apoyarla para afrontarla con "la altura de miras que requería en unas circunstancias tan malas".
"Quiero pedir perdón por todos los errores que haya podido cometer y a las personas a las que seguramente les haya podido fallar en algún momento, especialmente al renunciar a coger mi acta de concejal. Sin embargo, puedo decir que me he dejado la piel trabajando lo indecible por nuestro pueblo, que he tenido un comportamiento honrado, honesto y ético en el ejercicio del cargo y en eso no he fallado ni una sola vez", ha remarcado Espinosa.
Por último, asegura en la misiva que su decisión está basada en "la responsabilidad y en la generosidad que hay que tener cuando las circunstancias lo requieren" sintiendo que la misma "no le resta, sino que engrandece" al partido al que dice que ha tenido "el honor de representar, el PSOE".
Sobre la decisión asegura que "aunque una parte importante no tiene que ver con la política y confieso que no he tenido fuerzas para soportarlo más, no quiero que nadie más de mi partido o de mis compañeros, de forma injusta, lo soporte".
Por su parte, otro que no recogió su acta de concejal fue el candidato por el PP, Matías Medina, el cual, según remarcó, lo hizo "bajo presiones de parte de la Ejecutiva local". Al respecto, subrayó que se siente "totalmente defraudado, decepcionado y utilizado" por una "gran parte" de los que "creía" que eran sus compañeros.
En esas circunstancias, Medina señaló que dio su nombre y su imagen, con "un equipo nuevo con ganas de trabajar por Almonte". A pesar de ello "los resultados no fueron buenos", pero añade que no se siente "responsable de ellos", ya que "han sido unas elecciones atípicas para Almonte y con un partido muy débil". Por ello, es "el momento para trabajar por el partido y fortalecerlo" y sin embargo "se ha optado por intereses particulares", apuntó.
BAJA DEL PP EN PUNTA UMBRÍA
Por otra parte, la cabeza de lista y la número dos que se presentaron a la Alcaldía de Punta Umbría por el PP, María Sacramento Villegas y Amelia Gallardo de la Torre, pasaron a ser no adscritas tras presentar su baja como militantes en el PP onubense y apoyar en el acto de investidura a la alcaldesa socialista Aurora Águedo, sumando así nueve ediles de los 17 de la corporación.
El resultado electoral del pasado 26 de mayo abría varias posibilidades de gobierno al contar el PSOE con siete ediles, siendo la lista más votada, seguidos de los seis concejales de Unidos por Punta Umbría (UPU), los dos del PP, uno de Adelante y otro de Ciudadanos.
En declaraciones a Europa Press, María Sacramento explicó que una vez que se dieron de baja en el partido, la actual alcaldesa les hizo una propuesta, que aceptaron un día antes del acto de investidura. Le dieron sus votos y formarán parte del equipo de gobierno ya como concejales no adscritas.
"El PP ha sido nuestro partido de toda la vida pero no estábamos de acuerdo con su política de que al PSOE ni agua y más en un pueblo, donde tenemos que considerar lo que es más beneficioso para los vecinos", remarcó Sacramento el mismo sábado.
La segunda fuerza fue Unidos Por Punta Umbría, liderado por José Carlos Hernández Cansino, que se escindió del PP, partido con el que tenían claro que no iban a llegar a ningún acuerdo. "Hernández Cansino es un expulsado del PP, ha denunciado a varios empresarios locales, ha llevado a los juzgados a técnicos y a funcionarios del Ayuntamiento y ha hecho mucho daño al partido desde que le gané el congreso local. El PP no puede darle un premio a un traidor", subrayó Sacramento.
Al respecto, dejó claro que "si UPU hubiera tenido otro candidato o Cs hubiera conseguido más concejales no me hubiera importado sentarme a dialogar con ellos pero aquí el punto negro ha sido Hernández Cansino".
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