Por qué no damos una oportunidad? Nos pasamos la vida juzgando, poniendo etiquetas que ya están pasadas de moda. Desde el desconocimiento que muchas veces tenemos, desde el entendimiento que esta sociedad nos quiere infundir. Nos pasamos la vida creyendo algo que nosotros mismos no hemos llegado constatar que sea verdad. Nos pasamos la vida perdiendo trenes por todo el miedo que tenemos a subir y aún no sabemos ni siquiera lo que nos espera dentro de él. ¿Cuántas veces nos ha pasado que antes de conocer a una persona hemos dicho que nos cae mal? Y, sin embargo, esa persona ha terminado convirtiéndose en alguien importante en tu vida. Estoy segura de que diariamente perdemos oportunidades. Oportunidades salpicadas por prejuicios que terminan nublándonos, haciendo así que nos decantemos por el no. Una lucha constante entre el quiero y el puedo, pero si no nos lanzamos a la piscina nunca aprenderemos a dar en sus aguas. Nunca llegaremos a entender que el agua se adapta a nosotros, al igual que la vida se adapta a ti, a tus circunstancias, a lo que tú decides salir a buscar. Por eso es importante que dejes a un lado los prejuicios. En el lugar donde todas las etiquetas deben permanecer: fuera de esta sociedad.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es