El Espacio Natural de Doñana tiene, entre sus objetivos para el año 2019, mantener la población del águila imperial, una de sus especies más emblemáticas junto con el lince ibérico, al menos en un rango de entre 8 y 13 parejas reproductoras y potenciar el éxito reproductor del milano real.
Así se recoge en el Plan Anual de Trabajos para 2019, al que ha tenido acceso Efe, en el que se recoge como medidas para dar respuesta al primer objetivo continuar con las acciones de alimentación suplementaria en momentos de escasez y de seguimiento sanitario, tanto de los pollos recién nacidos, como de la población permanente en Doñana.
Asimismo, se continuará con la colocación de chapas para evitar el acceso de predadores terrestres (fundamentalmente gineta) a los nidos frecuentes de la especie y aquellos que hayan registrado episodios de predación y se mantendrán los mecanismos de seguimiento de la nidificación (cainismo, caídas de pollos, traslocación de pollos o huevos, etc.).
En cuanto a las medidas para potenciar el éxito reproductor del milano real se mantendrán los mecanismos de seguimiento de su reproducción y se presentará al Consejo de participación y se firmará un convenio con el CSIC que permitirá disponer del conocimiento necesario para adoptar las medidas de gestión necesarias para la conservación del Milano real en Doñana.
Además, se continuará analizando las causas de la tendencia negativa del éxito reproductor de la especie y se tomarán las medidas oportunas para tratar de invertir esta tendencia, de acuerdo con el programa regional.
A esto se suma, la adopción de medidas para garantizar la tranquilidad en los territorios reproductores de la especie estableciendo zonas de tránsito restringido y/o limitando los usos y actividades entorno a los lugares de nidificación.
Por lo que respecta a ambas especies, desde el espacio natural se trabajará en 2019 por mejorar la calidad y cantidad de hábitat adecuado, manteniéndose las actuaciones de seguimiento, conservación y refuerzo de especies presa claves para la conservación de la fauna amenazada y el equilibrio en las cadenas tróficas.
Por último, reducirá la incidencia de los factores de amenaza que afectan a las poblaciones de una y otra especie, entre ellas, líneas eléctricas y cebos envenenados.
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