Es que ya resulta hasta ofensivo que el propietario del Recreativo, que no es un personaje extraño venido de un lugar imaginario, sino el propio Ayuntamiento de Huelva, diga en el pleno que no conoce el estado de los impagos del club con el que se llenan la boca cada vez que hay elecciones o tramas populistas para sacar votos. ¿Pero qué demonios es esto? ¿Qué tipo de impunidad tienen o se creen tener para poder ser tan caraduras ante la situación de la entidad más importante de Huelva? Yo ya no sé qué pensar, si es que el Recre quema, arde o apesta y aquí el muerto no lo quiere nadie. No importa que otros grupos políticos pregunten por la situación, que sean los propios jugadores, o los aficionados. Aquí nadie sabe nada. Es como el culpable que va a un juicio y piensa que es mejor callar y negar a contar lo que ocurre de verdad.
Comprenderéis lo complicado y aburrido que llega a ser escribir del Recreativo en estos tiempos. Os lo digo con total sinceridad. Yo podría aprovechar este hueco para decir cuatro cosas deportivas más tópicas que típicas y quedarme tranquilo. Pero ya que dispongo de este hueco lo aprovecho para mostrar mi malestar, mi decepción y la desidia colectiva. En las redes sociales se comienza a mover, aunque falta alguien que tome el mando, la idea de volver a hacer una manifestación. Es harto complicado, porque las dos asociaciones en teoría más potentes no están tomando el testigo: ni Federación de Peñas, ni Trust, a día de hoy y que yo sepa, tienen en su cúpula la idea de organizarse y salir a la calle. Quizás la pregunta es: ¿contra quién? Pues contra el Ayuntamiento, sin dudas. Me da igual el esfuerzo que hayan podido hacer, lo de reajustar dinero del presupuesto, si luego la gestión de lo que debería ser la ilusión deportiva de los onubenses se convierte en un martirio. Y hasta en Huelva, que no somos de rendirnos, si que nos llegamos a aburrir, y mucho.
Aquí se le echa la culpa a Eurosamop, a Krypteia, a Zephir Homes, a prestamistas sin nombre… pero todo viene por decisiones tomadas desde el Consistorio. ¿Hay alguien que confíe en aguantar noviembre en las mismas condiciones de octubre? ¿Llegaremos al mercado de invierno o habrá fuga de jugadores? ¿Se quiere pagar la auditoría? ¿Se quiere vender el Recre o el rumor de barrio de hacerlo previo a las elecciones es verdad? ¿Se va a seguir prostituyendo el Trofeo Colombino? ¿Van a tener la maldita indecencia de pedirnos a los aficionados “remar” o “tirar del carro”?
De mal en peor. Y la semana que viene diré lo mismo, porque esto no cambia.
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