Once veces han perdido los independentistas las votaciones en el parlamento de Cataluña, donde tienen mayoría absoluta. La situación se ha producido por la ruptura entre ellos. Esquerra Republicana ya se ha decantado por rechazar la unilateralidad y el enfrentamiento que dicta desde Waterloo el expresidente Puigdemont. Los asuntos sometidos a votación no eran menores: el rechazo a la monarquía y la reprobación del Rey por su discurso de hace un año y el voto a favor de la autodeterminación y la república catalana, entre otros.
La negativa a la sustitución de cuatro diputados reclamada por el tribunal supremo –tres encarcelados y el fugado expresidente- ha llevado a la pérdida de los cuatro votos de los diputados de la mayoría independentista. Finalmente un golpe de lucidez del presidente del parlamento catalán - y de su partido, ERC- le ha conducido a no tirarse por el precipicio del incumplimiento de las resoluciones judiciales, que tiene como final la sanción penal correspondiente. El resultado ha sido la recuperación de la autonomía de partido de Esquerra - sin ataduras y sin aceptar el chantaje permanente al que estaba siendo sometido permanentemente por Puigdemont y Torra - frente al partido que ha cambiado de nombre tres veces en pocos años, la antigua e irreconocible Convergencia.
Jordi Coronas, portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona le ha espetado a Puigdemont: “A ver, Carles, o aceptas la fórmula que permite que tu voto sea efectivo o vuelves para votar personalmente. Deja de pedir al resto lo que tú no estás dispuesto a hacer”. Un ataque directo al huido y una reivindicación del político más visitado y “esperanza blanca” de quien pueda haber un gobierno de independentistas y no independentistas en Cataluña, Oriol Junqueras. Hasta el presidente de la CEOE ha pasado por ventanilla y ha provocado una crisis en la organización empresarial.
Pablo Casado suspira – y ya lo hace público- que Ciudadanos presente una moción de censura en el parlamento catalán - con la ayuda de los escasísimos cuatro diputados del PP- para que pierda la única posible candidata, Inés Arrimadas, y de esa forma empiece su declive, tan deseado por los populares catalanes y españoles. De momento la derecha no siente ningún alivio por esta situación ya que Cataluña ha sustituido a ETA en el acoso constante al gobierno.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
