La escritura perpetua

El zoo

Edward Albee estrenó en 1958 ‘La historia del zoo’, pero esta obra contemporánea, ya un clásico, tiene dentro la música desgarrada de las tragedias griegas

Publicado: 12/07/2018 ·
12:35
· Actualizado: 12/07/2018 · 12:35
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Autor

Luis Eduardo Siles

Luis Eduardo Siles es periodista y escritor. Exdirector de informativos de Cadena Ser en Huelva y Odiel Información. Autor de 4 libros.

La escritura perpetua

Es un homenaje a la pasión por escribir. A través de temas culturales, cada artículo trata de formular una lectura de la vida y la política

VISITAR BLOG

Edward Albee estrenó en 1958 ‘La historia del zoo’, pero esta obra contemporánea, ya un clásico, tiene dentro la música desgarrada de las tragedias griegas. No hay sitio para la esperanza. Trata sobre la dificultad de las relaciones humanas, de que dos personas se encuentren, una de ellas busca desesperadamente a la otra con el suicidio como fondo, y en el subsuelo de la obra está la lucha de clases. Peter, ejecutivo de una editorial, lee tranquilamente un libro sentado en un banco del Parque de Nueva York como hace todos los domingos por la tarde, pero aquel día irrumpe de pronto Jarry, que viene del zoo, un tipo nervioso, de movimientos inquietantes, y entregado a la cháchara. Hubo quien dijo que la cháchara conduce a la catástrofe. 

Peter está casado, disfruta de unos importantes ingresos anuales por su trabajo, y su mujer lo espera en casa. “¿Una mujer, tienes una mujer?”, le preguntará, admirado, Jarry. Jarry es un tipo desgarrado, como abierto interiormente en canal por un cuchillo, un hombre que habla constantemente para no escuchar el silencio o el bullicio terrible de su vida, una persona en permanente huida. Dirá Jarry: “Nunca estoy con la misma chica más de una vez”. O bien: “Fui marica”. Vive en una pensión y describe así sus encuentros sexuales con la patrona: “Una sucia parodia del deseo”.

Los actores Javier Ruiz de Alegría y Carlos Martínez-Abarca encarnan con solvencia a estos dos dificilísimos personajes en una obra, ‘La historia del zoo’, que escapa decididamente de ese cierto convencionalismo recubierto de una estética brillante con ideología cero-cero que abunda desde hace tiempo en muchos estrenos de la cartelera madrileña. Y todo ello puesto en pie por un director teatral veterano y genial: José Carlos Plaza. Plaza ha vivido muchas épocas del teatro reciente español, numerosas modas, y sobre todo ello ha cruzado con honestidad, con un talento enorme, y con una deslumbrante personalidad propia.

‘La historia del zoo’ es una función punzante, de cuchillo. José Carlos Plaza interpretó el personaje de Peter en 1971, dirigido por su maestro, Williams Layton. Desde entonces, ‘La historia del zoo’ ha subido esporádicamente a los escenarios. No pasa de moda. Al contrario: gana vida. La última vez fue hace 14 años. Pero ya está aquí esta obra de nuevo, en el teatro Lara de Madrid. Jarry: “Si somos capaces de tanta incomprensión, ¿por qué hemos inventado la palabra amor?”

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN