Una placa en el interior de la iglesia de Santiago reconoce desde este lunes la aportación económica que hicieron en su momento la Fundación Cajasol y la Obra Social La Caixa para devolverle el esplendor perdido y evitar su ruina.
En concreto, ambas entidades aportaron 400.000 euros a la recuperación de este edificio, una cantidad económica que contribuyó de forma decisiva a la culminación de las obras, tal y como reconoció el propio obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos. “Es de justicia hacer este reconocimiento a unas entidades que siempre está ahí, respondiendo y ayudando, no sólo en la recuperación del patrimonio, sino en nuestra labor de dinamización social”, apuntó el prelado.
Justo ahora van a cumplirse dos años de la reapertura del templo. Desde entonces hasta ahora, Mazuelos entiende que el barrio “ha cambiado muchísimo”, entre otras cosas porque “ahora vienen turistas, hay bodas, y eso siempre se nota”.
No obstante, el obispo entiende que el barrio de Santiago tiene “potencial” para mucho más. De ahí que ayer hiciera un llamamiento público a su dinamización, desde el convencimiento de que “aquí debería estar metido medio Japón”. “Esto debería ser como el barrio de Santa Cruz de Sevilla”, apuntó Mazuelos en presencia del presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; y del director territorial de La Caixa, Rafael Herrador, que le acompañaron en el descubrimiento de la placa.
Antonio Pulido: “Se consigue un doble objetivo”
“Dentro de nuestra línea de actuación están las iniciativas culturales y restauraciones como la de Santiago. Si la recuperación de un patrimonio sirve además para rehabilitar socialmente un barrio pues conseguimos un doble objetivo”.
Rafael Herrador: “Debe ser la locomotora del barrio"
“La actuación en Santiago es muy importante y obedece a la responsabilidad que tenemos con Jerez, ciudad de la que es referente. Esto tiene que ir más allá, porque la iglesia tiene que convertirse en la locomotora del barrio”.
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