El gobierno está solo y confuso entre el 8 y el 17. El 8 la España de las mujeres salió a la calle, se desbordaron todas las previsiones y el feminismo se adueñó del espacio público de una manera formidable. Las manifestaciones que vienen arrastrándose desde hace unos meses por los pensionistas y jubilados tendrán su punto y seguido el próximo 17 y no va a salir bien parado el gobierno de las subidas del 0,25%.
¡Maldita la hora! Dijo el presidente del gobierno a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Monserrat, y a la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que prepararon la manifestación diciendo que iban a hacer huelga “a la japonesa”, es decir, hartándose de currar para quitarle la razón a los paros, la huelga y las manifestaciones. Rajoy se cansó de sus dirigentesfemeninas más destacadas y se declaró feminista en el Senado y se puso al rato el lazo morado en Valencia. Todos los que lo acompañaban hicieron lo propio. El partido de Albert Rivera, Ciudadanos, no se posicionó ni a favor ni en contra pero se le vio la patita de que despreciaban las movilizaciones porque era cosa de anticapitalistas y otras bobadas mal pensadas y peor presentadas. A las tres de la tarde del día de marras todos se pusieron el lazo morado. Apoyando a lo que ganaba, a la movilización. El triunfo, por el que suspiran las fuerzas bien pensantes y mejor remuneradas, va a llevarlos a creer que pueden ganar las elecciones sin bajarse del autobús. Pero eso pasa en el futbol, si el otro equipo se retira, antes de empezar el partido. En política se está viendo que todo el mundo se va a partir la cara para que eso no suceda.
Los jubilados preparan motores para el 17. Les llaman los nuevos indignados, Las multitudes que se han visto en las concentraciones de estos tres últimos meses hace prever un movimiento duradero que tendrá sus consecuencias políticas. Ya se ha provocado un pleno extraordinario en el Congreso de los Diputados para mañana miércoles “para informar sobre la política del Gobierno para garantizar las pensiones públicas presentes y futuras”.
El problema es que la gente no está ya por los juegos florales, los debates vacíos y el postureo en materias que son tan graves.
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