El portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Huelva, Pedro Jiménez, ha comparecido hoy en rueda de prensa junto con María Luisa Masera, nieta de Pedro Masera, quien fue fusilado en el Cementerio de Huelva el 10 de febrero de 1938 tras ser condenado a muerte por un tribunal franquista. Ambos reclaman al alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que “dé explicaciones por el enorme retraso en el proceso de identificación y exhumación de los restos de este militante de la CNT y se apresure a completarlo para que la familia pueda disponer de sus restos y así poder sepultarlos con la dignidad que se merece”. Por ello, Izquierda Unida llevará una pregunta al respecto en el pleno del próximo miércoles.
La familia de Pedro Masera registró en el Ayuntamiento de Huelva el día 1 de abril del año pasado una solicitud en la que pedían la exhumación e identificación de sus restos para lo que aportó el acta de ejecución de la sentencia por la que fue condenado a muerte en la que se precisaban la localización exacta del lugar donde fue enterrado en el Cementerio de La Soledad. A los pocos días, precisamente el 14 de abril, conmemoración de la proclamación de la II República, el alcalde de Huelva se pronunció públicamente a favor de tramitar este expediente. Sin embargo, desde aquella fecha el Ayuntamiento no volvió a interesarse por el asunto, por lo que la familia se dirigió al Defensor del Pueblo Andaluz y a la Dirección General de Memoria Democrática de Andalucía para desbloquear los trabajos de exhumación y hacer que el Ayuntamiento los acometiera.
Fruto de estas gestiones de la familia, a finales de noviembre de 2016 técnicos municipales junto con la propia arqueóloga del Ayuntamiento de Huelva comienzan los trabajos para desenterrar los restos de Pedro Masera. De este modo, se localizan unos restos óseos desde los pies a la cadera en el lugar exacto donde tienen que estar los restos de la víctima. La propia nieta de Pedro Masera ha explicado hoy que “los trabajos de exhumación fueron paralizados y los restos se taparon con una chapa de uralita, soportando las inclemencias del tiempo y la lluvia que cayó sobre los mismos durante el pasado invierno, lo que además de ser una situación indigna para la tumba de mi abuelo pudo poner en peligro la identificación del ADN de estos huesos que reivindicamos desde hace tanto tiempo”. Actualmente, los restos han vuelto a ser cubierto por una capa de tierra y la familia sigue exigiendo que se complete su exhumación e identificación. En este sentido, María Luisa Masera señala que “una identificación por ADN cuesta unos 700 euros y el Ayuntamiento tiene que asumirlo para cumplir con la actual legislación vigente sobre Memoria Histórica”.
Ante esta situación, Pedro Jiménez reclama al alcalde que “se apresure para finalizar la identificación por ADN de estos restos para que la familia pueda recuperarlos y enterrarlos con dignidad. Se trata de un caso concreto que tiene que asumir urgentemente, pues aquí no valen discursos vacíos ni declaraciones sobre la Memoria Histórica, mientras una familia espera hechos concretos, mientras tiene a una víctima del franquismo sepultada en condiciones indignas y espera que el Ayuntamiento complete su proceso de exhumación”.
Pedro Masera era un minero militante de CNT y natural de El Cerro del Andévalo que fue apresado por las tropas franquistas para ser condenado a muerte “por el mero hecho de ser una persona de ideas avanzadas y que suponía un peligro para aquel régimen cruel”, según ha expuesto su nieta, en referencia a la condena del tribunal fascista que decidió su asesinato en Huelva.
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