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La Escuela Taurina de Lucena cuenta con 39 alumnos tras un año y medio de existencia

Participan en un espectáculo taurino celebrado en la plaza de toros de Cabra...

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  • Los alumnos se reúnen en la Plaza de Toros de Lucena. -
Carretones, muletas, capotes, espadas y mucha ilusión. Los 39 alumnos de la Escuela Taurina de Lucena se dan cita durante las tardes de los martes y jueves en la Plaza de Toros de Lucena para aprender a torear. Niños de 4 años hasta los mayores de más de 20 años comparten el ruedo del Coso de los Donceles. Entre ellos, algún matador, como es el caso del torero prieguense Curro Jiménez.

El proyecto nació hace un año y medio de la mano de Cristóbal Nieto Bernet 'Vito'. Fue en una junta de santeros durante una charla con Juan Antonio Romero, recuerda Cristóbal. "Mi ilusión era hacer una escuela taurina en Lucena, costara lo que costara", apunta el impulsor del proyecto. Un aficionado al mundo del toro que en sus tiempos fue aspirante a banderillero, entre los años 1950 a 1964. Ese año "una paliza de un toro en Tortosa" fue el detonante para dejar el oficio. Ahora con 72 años ha visto cumplido su deseo de abrir la escuela taurina.

Sobre el ruedo del Coso de los Donceles sólo se escuchan los consejos de los profesores, los comentarios de los alumnos, las charlas sobre festejos taurinos o proyectos de futuro, la algarabía de los más jóvenes, el sonido de las ruedas de los carretones deslizándose por la arena, que resuenan en los silenciosos tendidos. Unos ensayan con capotes, otros dan pases, ponen banderillas o entran a matar ante la figura del carretón.

El objetivo es "fomentar y subir la afición al toro en Lucena, que llevaba 40 años muerta", comenta Cristóbal, pero sobre todo "ayudar y enseñar" a los jóvenes aprendices. "Aquí se aprende a torear de salón, el manejo del capote y la muleta, el movimiento, esto se puede enseñar, pero luego ellos desarrollan su propio estilo", relata 'Vito'.

El respaldo de la Peña Taurina de Lucena es uno de los apoyos más destacados y valorados por Cristóbal. "Están colaborando al máximo con nosotros", señala, tras enumerar que la institución taurina ha dado tres muletas, otros tantos capotes y una cabeza de toro.

Con relación a la Peña, Cristóbal rememora como él fue uno de los socios fundadores en 1957. "Fue en la Real Maestranza en el tendido siete, Alfonso Porras Maestre, me dijo que se iba hacer una peña, pero con el nombre de Lucena, Lucena hay que abrirla al mundo del toro", recuerda.

El trabajo en la Escuela Taurina ya viene dando sus primeros frutos. Precisamente este sábado se ha celebrado en la plaza de toros de Cabra una becerrada con la presencia de tres alumnos, Eloy Varea, de Baena, Elías Casado y Alberto Montero, de Lucena.

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