Cada vez está más que demostrado el poder que tienen las redes sociales para crear debate y opinión. Es lo que ha ocurrido este fin de semana a raíz de una publicación realizada por Federico Pérez, colaborador de este medio y con 5.000 amigos y 1.014 seguidores en Facebook, en la que denunciaba que a partir de una inspección laboral llevada a cabo en un céntrico bar de la capital onubense, concretamente el Ambigú, han salido a la luz las míseras condiciones laborales de parte de sus trabajadores. A partir de ahí, la publicación se ha compartido, y el asunto no paraba de crecer, 1.761 veces y ha obtenido 1.372 me gusta, además de generar 58 comentarios directos en los que se reabre el debate de las condiciones laborales en la hostelería, y en qué medida esa recuperación que se vende no va directamente ligada a la explotación y al aprovecharse de las necesidades de empleo de muchos ciudadanos.
La publicación en cuestión decía lo siguiente: “Sé que esto me creará más de un problema pero no puedo evitar comentarlo... Se ha tener muy poca vergüenza para aprovecharse de personas que están pasando por un mal momento y que por llevar el pan a su casa, perderían su dignidad, desvalorando su trabajo por unos 15 ó 20 míseros euros al día. Empresarios como el dueño de esta cafetería me producen repugnancia, al saber que tiene entre sus muchos trabajadores a personas sin contratos y miserables cuantías por una jornada completa. Sé que hace días una inspección le obligará a regular a más de algún camarero que andaba sin contrato y que varios de ellos dejarán de cobrar sus 15 euros diarios por más de 8 horas de trabajo. Espero que todo lo que ganes se te atragante y que algún día te veas mendigando por algo que llevarte a la boca. Gente así son las que deberían ser expulsadas de este país. Por cierto, entre los trabajadores hay muy buenos profesionales y muy buenas personas, según tengo entendido, pero están permitiendo que este cacique se lucre sin ningún tipo de pudor”. Esas palabras avivaron a las masas de esta red social, y empezaron a desnudarse las miserias de un sector, el de la hostelería, siempre instalado en la duda sobre si sus empresarios respetan o no las condiciones laborales de sus trabajadores.
“Práctica muy habitual”
Viva Huelva contactó con la sección sindical de hostelería de CCOO en Huelva, y la valoración que da sobre esta denuncia viral deja en muy mal lugar a la práctica empresarial en la capital onubense y el resto de la provincia. Julia Perea, responsable de Hostelería de CCOO Huelva, lo resumió así: “Es una práctica muy habitual en bares y restaurantes prequeños de Huelva, que no cumplen el convenio”. Así, la representante sindical explicó que son varios los establecimientos denunciados por su sindicato ante la inspección de trabajo, pero se encuentran en este punto con dos muros más. Por un lado, la falta de inspectores de trabajo para un control más exhaustivo y para intervenir más rápidamente, y por otro el “miedo” de los trabajadores a la hora de aportar datos concretos con los que formalizar una denuncia. “En el mejor de los casos, nos encontramos con trabajadores dados de alta cuatro horas y que trabajan doce, sin derecho a vacaciones y sin apenas derechos laborales”.
“Nuestros afiliados, no”
También se pronunció sobre esta polémica Antonio Ramón Macías, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería. El representante de la FOE aseguró estar “en contra de este tipo de prácticas, tanto por la dignidad de los trabajadores como por la de los empresarios”.
Asimismo, opinó que “no creo que sea una práctica habitual, al menos no entre nuestros afiliados”, por lo que defendió que “no creo” que en el gremio que él representa haya explotación, y aseguró que desde la FOE “trabajamos para quitar la competencia desleal y las prácticas desleales”, ya que “buscamos que sea el trabajo y no la explotación el que genere los beneficios”.
En cuanto a qué se hace desde la FOE para combatir este tipo de prácticas, Macías concluyó diciendo: “Cuando llegan denuncias, desde la asociación intentamos atajar desde el primer minuto la competencia desleal”.