Una vez más, lo extradeportivo ha vuelto a eclipsar las cuestiones deportivas en el Recreativo de Huelva, y la comparecencia posterior a la Junta General de accionistas de este miércoles se convirtió en un rosario que desgrana cuentas que son problemas, porque, por un lado, se puso sobre la mesa la deuda del club que dicen que ronda los 15 millones de euros, y que no se sabe cómo se va a seguir recortando, por otro, el actual presidente y uno de los consejeros, amagaron también con marcharse porque no ven clara ni la situación, ni sobre todo, la respuesta de los actuales propietarios del club; de momento, van a esperar a ver que es lo que dice el Ayuntamiento de la capital como accionista que es, aunque no es el camino pedir que la administración local arregle el tema. Pero, sin duda, lo más llamativo es el rebote que cogieron los empleados del Recreativo, que tienen por cobrar pendientes dos nóminas y que este miércoles estallaron al comprobar que Álvaro Roncal, la supuesta cara visible de los presuntos inversores, no respetaba el compromiso adquirido de tratar con ellos la situación, y nada más acabar la Junta se marchaba con la excusa de que perdía el tren. Quizás, el tren que se esté perdiendo es el de la supervivencia del Decano. Cada día que pasa, el pesimismo se apodera de cualquiera que conozca cómo está el patio, y que vea la deriva del club, aún así, es de esperar que al menos técnicos y jugadores hagan un esfuerzo por salvar algo en el campo.
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