Aunque no al máximo de sus posibilidades, porque tanto su cuerpo como su mente acusan la lesión previa al Mundial de Yakarta, los duros entrenamientos que tuvo que hacer para recuperar el tiempo perdido, la propia cita mundialista, el recibimiento y los muchos compromisos de todo tipo que gracias a su éxito ha debido aceptar, Carolina Marín viaja otra vez a Asia para disputar, entre los días 8 a 13, el Open de Japón.
“Estoy animada y con ganas de jugar en Japón”, señala desde Ibiza, donde se ha entrenado desde que regresara del Campeonato del Mundo de Indonesia. “Es un país que me gusta mucho y allí está la sede de Yonex, uno de mis patrocinadores”, añade con la simpatía que tanto le caracteriza.
Sin embargo, aunque no descarta nada y, como siempre, luchará por el máximo, su forma no es la misma de hace un mes. “Mi cabeza está saturada”, reconoce. “Necesito unos días de descanso”, que probablemente se tomará después de esta cita porque aún le espera un duro final de año. “No sé qué competiciones haré después, porque es algo que tengo que estudiar y decidir con mi entrenador, pero los torneos de Dinamarca, Francia, China y Hong-Kong son seguros”, explica. “El de Dubái está reservado para las ocho mejores del ranking y, si estoy entre ellas, también lo disputaré. Pero antes de pensar en eso necesito unos días de desconexión”, repite.
Actual número 2 del mundo, asaltar de nuevo el 1 –en poder de la india SainaNehwal, a quien derrotó en la final del Mundial- no es algo que le quite el sueño. “No pienso en eso, es algo secundario”, responde. “Lo importante es estar entre las primeras para pasar el corte de mayo y poder estar en los Juegos de Río”, que sin duda serán su gran objetivo el próximo año.
A las órdenes de Ernesto García, el seleccionador nacional, y siguiendo siempre el programa de Fernando Rivas, su preparador, Carolina se ha entrenado las dos últimas semanas en Ibiza. Primero recuperó un poco el aliento y después ha vuelto a afinar sus músculos: “He hecho dos sesiones diarias de entrenamiento, aunque algunos días, cuando he tenido un poco de tiempo libre, he aprovechado para ver los bonitos rincones de la isla”.
En su estancia en Ibiza ha tenido un poco de todo. También un susto: “La semana pasada me lesioné el hombro izquierdo, el mismo del Mundial del año pasado. Lo tengo mucho mejor, pero tengo que cuidarlo mucho porque se está convirtiendo en una lesión crónica”.
El año pasado, Carolina cayó en cuartos de final del Open de Japón ante la china Li Xuerui, quien a la postre se llevó el triunfo y quien también había sido su verdugo en los Juegos de Londres. “Este torneo se disputó en 2014 antes del Mundial”, recuerda la española. “Pero luego le gané en el Mundial. Las cosas han cambiado mucho desde entonces”, añade Carolina con plena confianza en sus posibilidades pese a que no llega en su mejor momento.
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