El cabeza de lista de Izquierda Unida por Huelva al Parlamento Andaluz, Rafael Sánchez Rufo; y Alberto Garzón, candidato a la Presidencia del Gobierno, han iniciado hoy la jornada electoral en el barrio de La Hispanidad, hasta donde se trasladaron para presentar sus propuestas en materia de vivienda y suministros vitales (luz, agua y gas) antes de concluir la jornada con un acto público que se celebrará en el salón Los Desniveles (La Orden) a las siete y media de la tarde. En la sede de la Asociación de Vecinos de La Hispanidad, Sánchez Rufo mostró el compromiso de Izquierda Unida con la gente que ha sido víctima de los desahucios en un país donde hay tres millones de viviendas vacías y 300 desahucios diarios.
Sánchez Rufo explicó que “Izquierda Unida ha roto la neutralidad a favor de la gente, nuestro objetivo es que nadie abandone su vivienda por no poder pagar una hipoteca”. Y para eso “hay que articular mecanismos de defensa y apoyo a las familias, asesoramiento personalizado sobre su situación e intermediación clara ante las entidades financieras”, señaló Sánchez Rufo. El candidato añadió que “con Izquierda Unida, la vivienda, como hemos demostrado en el Gobierno andaluz, se ha tratado como un derecho no como una mercancía”.
El candidato por Huelva advirtió que “los especuladores no tienen cabida en el modelo que defiende Izquierda Unida”. Y añadió que “desde Izquierda Unida le hemos dado otro rumbo a la política de vivienda del PSOE con la Ley de Función Social de la Vivienda, por lo que exigió al Partido Popular que retire el recurso de inconstitucionalidad porque está provocando que se sigan desahuciando a familias enteras de sus casas”.
Por su parte, Alberto Garzón indicó que para encarar los problemas de desahucios “hace falta voluntad política para enfrentarse a las entidades financieras y los especuladores, contundencia y no indiferencia porque la vivienda es un derecho”. Lamentó Garzón que el PSOE y la Junta de Andalucía hayan abierto la puerta a los fondos buitres, agravando la situación de muchas familias.
El compromiso de Izquierda Unida en materia de vivienda pasa por poner en marcha medidas concretas que eviten que nadie pueda ser expulsado de la vivienda que constituya su residencia habitual y permanente, defensa y apoyo a las familias acosadas por el poder financiero y un parque público de vivienda en alquiler con rentas acorde con los ingresos de los demandantes. Todo, sin olvidar la puesta en uso de viviendas vacías para que cumplan su función social y el desarrollo de una Banca Pública, social y ética que esté al servicio del derecho a la vivienda.
Ya por la tarde, el salón de actos del centro vecinal Los Desniveles de la barriada de La Orden acogió un multitudinario acto de Izquierda Unida en el que el candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón; y el cabeza de lista por Huelva, Rafael Sánchez Rufo, garantizaron la defensa de los derechos de la clase trabajadora, de la gente desahuciada de sus casas, de la juventud, de las mujeres y del millón de andaluces y andaluzas que viven en situación de exclusión social.
“Hay que construir una salida a la crisis a favor de la clase trabajadora al grito de pan, techo trabajo y dignidad”. La frase, pronunciada por la candidata Ana Delgado, se ha convertido en un grito contra la exclusión social y una llamada para los miles de jóvenes exiliados que han tenido que hacer sus maletas y salir a trabajar fuera de España y Andalucía y a los que Izquierda Unida quiere recuperar para su proyecto político, “su talento, su fuerza es necesaria para construir un nuevo país”, dijo Paloma García, candidata al Parlamento.
Antes, el coordinador provincial y candidato a la Alcaldía de Huelva, Pedro Jiménez, señaló que Izquierda Unida estará siempre al lado de la gente excluida, exiliada y desahuciada de sus hogares, de los trabajadores y trabajadoras que han perdido su empleo por culpa de las reformas laborales impulsadas por el PSOE y el PP y estará frente a los poderes financieros y sus aliados políticos, los mismos que “quieren anular a la izquierda, apartarla para que, luego, Rajoy o Susana Díaz organicen Andalucía y España a su antojo, en despachos oscuros y con reformas constitucionales que nos meten por la puerta falsa”.
Las intervenciones de Pedro Jiménez, Ana Delgado y Paloma García fueron el preludio de una batería de propuestas que lanzó el cabeza de lista, Rafael Sánchez Rufo, para “transformar Andalucía, para transformar Huelva”. Una transformación que “asusta a los poderosos, a los financieros y sus aliados políticos porque sólo hablar de renta básica, de ley de suministros vitales de ley de la función social de la vivienda “ha bastado para que el PSOE y Susana Díaz salgan corriendo a romper pactos”.
Rafael Sánchez Rufo aseguró que “somos la izquierda a la que le preocupan los 87.000 parados de la provincia de Huelva y las 25.000 familias que ya no tienen ninguna prestación”.
Por su parte, Alberto Garzón, lanzó un discurso contundente contra la corrupción y dijo que “hay que indignarse, claro que sí, cuando alguien utiliza las tarjetas black en su propio beneficio, cuando alguien utiliza el dinero de los cursos de formación para sus negocios y cuando alguien usa el dinero de los ERE para llenarse los bolsillos”. “No sólo son culpables los que reciben el sobre sino también los que dan el sobre”, señaló Garzón, sin olvidar “las puertas giratorias a las que tan aficionados son los ministros populares y socialistas, que no dudan en llenarse los bolsillos y hacer caja en cuanto abandonan el poder”.
El candidato a la Presidencia del Gobierno advirtió que en las próximas elecciones están en juego muchas cosas pero la más importante es el modelo económico que tendrán que soportar las nuevas generaciones y, dijo, “ya sabemos el modelo que quieren PSOE y PP, que no es otro que un modelo basado en la pobreza, la miseria y la precariedad laboral”.
Alberto Garzón también criticó a la candidata del PSOE a la Presidencia de la Junta, Susana Díaz, a la que acusó “de esconderse detrás de una supuesta estabilidad para convocar unas elecciones que le den la oportunidad de hacer lo que le dé la gana, con los Botín y compañía”. “No se puede poner un país, una comunidad en manos de los que quieren privatizar la sanidad, la educación y en manos de los fondos buitres que hacen negocio a costa de las familias desahuciadas y echadas de sus casas”, dijo Garzón, antes de pedir votos para poder “desahuciar a Felipe VI y a lo que representa, la Monarquía”
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