Fomentar la participación es urgente

Publicado: 06/11/2014
La organización del Carnaval Colombino sigue estando anclada en normas del pasado que conviene mantener para beneficio de unos pocos, pese a ser contraproducente para el buen funcionamiento de la fiesta
En estos tiempos que corren, donde la colectividad se debe anteponer a la individualidad, donde la unión es el referente para fortalecer las debilidades y los números son más respetados y si me apuras, más temidos, resulta que la fiesta de la alegría sigue manteniendo una metodología arcaica que va en contra de los valores existentes dentro de la libertad de la palabra, donde ésta se coarta y se convierte en selectivas opiniones sesgadas por quienes desean mantener el poder, sin tener en cuenta el daño colateral que hacen.

La organización del Carnaval Colombino (Fopac) sigue siendo un instrumento anclado en normas del pasado que conviene mantener para beneficio de unos pocos, a pesar de ser contraproducente para el buen funcionamiento de la fiesta. Dichas normas impiden que la participación del carnavalero, como miembro activo de este colectivo, sea partícipe de la evolución de la fiesta, donde ni tienen voz ni voto y según sus bases fundamentales, sólo son meros peones a merced de quienes regentan asambleas y reuniones, condicionadas y controladas en cierta medida por los mandatarios.

Desde esta premisa, todo intento de fomentar la participación queda anulado. Me consta que no existe una mala intencionalidad para seguir defendiendo estos criterios antisociales, pero por otra parte, no observo esfuerzos para conseguir un cambio y, en cierta medida, por miedo a perder el innegable control que se ejerce sobre unos pocos, que en definitiva, son los que dictaminan y organizan las carnestolendas onubenses, sin lograr unos objetivos estables y positivos. 
 

A lo largo de los años, se ha ido dejando en manos de cualquiera, sin importarnos sus cualidades y capacidades para llevar a cabo esta importante responsabilidad; era fácil convencer a unos pocos con derecho a voto, para que las dudosas urnas dieran sus veredictos, como siempre, condicionados antes del resultado final. Las distintas actividades, nuevas normas, gastos, decisiones importantes etc... son regladas o llevadas por amistades o personal de cercanía, sin valorar otros aspectos importantes y, ante la crítica, la desfachatez poco convincente de “gana tú las votaciones y lo haces el año que viene” sirve como ejemplo, sabiendo que sólo deciden una treintena de personas de las más de 800 que forman activamente esta comunidad, así como otras miles de forma pasiva.

Desde que colaboro en medios de comunicación, hace más de 25 años, siempre he valorado el rol que desempeñan los voluntarios pertenecientes a la Fopac, al margen de su capacidad para desarrollar una actividad que va más allá de la voluntariedad y que este valor de entrega por la fiesta ya no es suficiente para desempolvar las miserias que se han ido acumulando a lo largo de los años.       En esta nueva etapa, de la que partimos muchos carnavaleros, la fuerza de voluntad, el esfuerzo de un cierto sector, el entusiasmo de nuevas incorporaciones, el regresos de viejas glorias, no será suficiente para avanzar y evolucionar, sin que exista un cambio estructural dentro del organigrama y de las normativas en la Federación.

Al final, este efusivo entusiasmo que observamos, volverá a decaer como en etapas anteriores, si no fomentamos la participación individual y potenciamos el sentimiento de pertenencia de todos y cada uno de los participantes en el carnaval Colombino, sean de la capital o de nuestra provincia. Desde mi punto de vista, dejar que presidentes de peñas vacías y desprovistas de actividad marquen el ritmo de nuestra fiesta es intolerable, sobre todo, cuando se le niega esta capacidad a carnavaleros que ensayan más de seis meses al año para contribuir a que nuestro concurso siga manteniéndose como el segundo más importante de Andalucía.

Es inaudito, que sigamos y permitamos que una fiesta con más de 30 años de antigüedad en nuestra capital, sea regida por aquellos que la comenzaron y que mantengan los mismos criterios de antaño, que en la actualidad ya no son prácticos ni efectivos. Desde estas líneas os invito a que acudáis a una de las Asambleas y reuniones que organiza las Federación del Carnaval y observéis el número de participantes y, sobre todo,  a quiénes asisten a dichas Asambleas, seguro que entenderéis mejor este artículo. El carnaval al igual que la vida misma, evoluciona y, si no logramos que se adapte a la realidad actual, por mucho que mantengamos la insistencia, por mucho que trabajemos en pro de ella y logremos incrementar el número de participantes, todo se convertirá en una irreal y efímera circunstancia al son de motivaciones externas. Los cimientos del carnaval actual, mejor dicho, del concurso carnavalero actual, siguen manteniendo puntos sectarios que dificultan la integración, generando sectores paralelos que dañan el buen camino que estamos empezando a recorrer. Y eso compañeros, seguirá marcando el futuro de esta fiesta.

El engranaje que marca Manuel Tirado

Permítanme que falte al ritual establecido y que desvele sin previo aviso (incluido su autor) y adelante un breve fragmento del prólogo o introducción del libro en el que participa Manuel Tirado Guevara, perteneciente a la Enciclopedia de Autores del Carnaval de Huelva. Sé que es un simple capricho pero, quisiera dejar evidencia por anticipado de una parte de este magnífico invento que fue la escritura y, que Tirado utiliza con una sencilla brillantez.  “Yo, como Di Stéfano, creo que el grupo está por encima de las individualidades; el autor de letra no es nada sin el músico, ellos no son nada sin el director y el director no es nada sin los componentes de la agrupación, etc. Y así se va conformando el círculo”. 

Lo positivo de todo esto, es que dicho proceso cognitivo es el que buscamos en esta nueva aventura, que no sólo sirva para fomentar la fiesta más allá de las tablas del Gran Teatro... Su prólogo, culmina con un sentimiento casi generalizado, que engloba la esencia de esta actual libertad condicionada, como es el carnaval, pero que sin dichos matices, sería insoportable mantenerse en el tiempo: “Eso es lo mejor que me ha dado el carnaval, amigos por doquier a los que me une esta pasión por las coplas de febrero”. Cada parte de esta enciclopedia consta de pequeñas almas que han ido evolucionando a lo largo de los años y sus órbitas, nos envuelven y conectan como perfectos engranajes que deberían hacer de nuestra fiesta una máquina perfecta.

Unos 100 carnavaleros participarán en un anuncio promocional de las fiestas

Huelva TV se ha convertido en el referente del carnavalero de Huelva y provincia.  Este año, la televisión municipal se volverá a volcar con los carnavaleros y, a pesar de ya tener su espacio desde septiembre en uno de sus programas, pondrá todos sus recursos para crear una ‘promo’ que anuncie las carnestolendas onubenses con la calidad que la fiesta se merece. El día 10 de diciembre a partir de las 18:30 horas en la plaza del Gran Teatro de Huelva, comenzará el rodaje, donde esperamos colaboren unos 100 carnavaleros de Huelva y provincia, con el respaldo de los técnicos profesionales de Huelva TV y la colaboración musical regida por Pedro Vinagre. Este proyecto, en el que Manu Suero ha puesto sus miras, será el instrumento de esta televisión para  fomentar el carnaval Colombino.

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