La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, de la Hermandad de la Victoria, protagonizó en la tarde noche de ayer el Vía Crucis oficial del Consejo de Hermandades y Cofradía de Huelva, en el que estuvieron presentes numerosos devotos y cofrades onubenses tanto en la Iglesia Catedral como de la Merced, como en la misma Plaza.
Para el acto devoto y solemne de ayer, se escogió el rezo de las estaciones en la forma bíblica que acuñó su santidad el Papa Juan Pablo II, y en el que se aprovechó la extensión de la Plaza de La Merced para, junto con el templo, ubicar cada una de las 15 estaciones que contiene la liturgia del acto.
Al igual que en el traslado de ida al templo catedralicio, el titular de la Hermandad de la Victoria, reposaba sobre las andas prestadas por la Cruz de la Calle Malva de Lucena del Puerto, en las que portaba cuatro candelabros de guardabrisa del paso del patrón de la misma localidad, San Vicente Mártir.
La Cuaresma corre, y el espíritu cofrade va exaltándose y va creciendo, y ayer se alimento con un acontecimiento en el que la Hermandad de la Victoria interpretó un Vía Crucis a la altura de las expectativas, y que se vio favorecido por añadidura, por el buen tiempo que reinó en la capital onubense y por la ausencia de la lluvia, que tantos estragos ha ocasionado en otros años. En el piadoso acto estuvieron presentes todas las hermandades de penitencia de la ciudad, al igual que Antonio González, Presidente del Consejo de Hermandades, junto con su Junta de Gobierno; el obispo de Huelva, José Vilaplana, y el vicario episcopal para la Celebración de la Fe, Daniel Valera Hidalgo.
El acompañamiento musical lo puso ayer la Capilla Musical Gólgota, pero como siempre, los verdaderos protagonistas fueron también los onubenses que se sumaron de manera multitudinaria al recogimiento del rezo.
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