El polvo, ese compañero de vivienda inseparable, ¿qué llevará?, ¿qué habita en él?... ¿qué respiramos en casa?
A grandes rasgos son las preguntas que tratarán de responder los investigadores de la Universidad de Huelva que se han inmerso en una investigación pionera en la capital onubense sobre el polvo doméstico.
En concreto, se trata de la campaña de muestreo y análisis geoquímico de polvo doméstico que está llevando a cabo la Unidad Asociada CSIC-UHU ‘Contaminación Atmosférica’ del Centro de Investigación en Química Sostenible, bajo la dirección de Jesús Damián de la Rosa, investigador principal de la citada unidad.
El objetivo es realizar un muestreo en 100 viviendas, ampliables hasta 140, de la capital onubense para el análisis de 50 metales y el arsénico, y correlacionar los resultados con los análisis sobre partículas finas y ultrafinas que este grupo de investigación lleva realizando desde el año 2001. Como se explica en la hoja que se adjunta a cada muestra, y sobre lo que enfatiza De la Rosa en una reunión mantenida con Viva Huelva, el estudio “se realiza sin ánimo de lucro y solamente con fines científicos”.
“El polvo es un trazador pasivo de la calidad del aire”, indica De la Rosa. Pero para que la muestra que cada persona recoja de su casa sea fiable para el objetivo de los análisis, hay que seguir ciertos requisitos: Que el polvo que se recoja lejos de la influencia de la cocina, en librerías o repisas y en la parte más alta posible; aunque el análisis necesita solamente 0,1 gramo de polvo, se recomienda llegar a 1 gramo por si es necesario repetir el análisis; especificar si se fuma en el domicilio y si se emplean productos químicos en la limpieza de la zona de muestreo...
Como explica De la Rosa, con los resultados, que se prevé que estarán a principios del próximo año, se hará un mapa geoquímico basado en el polvo doméstico que dictaminará, entre otros aspectos, si las partículas químicas procedentes fundamentalmente de la actividad industrial comparten casa con nosotros.
Los resultados serán extrapolables al global de la ciudad, ya que el estudio se realizará en 1 de cada 300 viviendas de la capital.
Los participantes, todos voluntarios, ya rozan el centenar, pero todo aquel que quiera participar se puede poner en contacto con el grupo de investigación a través del twitter @UHUaerosol en estos días, ya que se quieren tener todas las muestras en las próximas semanas para empezar a analizar qué hay en el polvo de nuestras casas y con ello saber qué respiramos en ellas.
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