El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha animado hoy a los participantes en la romería del Rocío a encabezar "el cambio que necesita" la sociedad, a la vez que les ha reclamado que su fe no se debilite "por inhibición o cobardía".
Vilaplana ha presidido hoy en la aldea onubense de El Rocío la misa de Pontifical de Pentecostés, el principal acto religioso de la jornada del domingo en la romería del Rocío, y ha invitado a los rocieros a seguir "el mensaje de Jesús", en una homilía en la que ha tenido un mensaje de recuerdo al papa Benedicto XVI, "que le concedió este año jubilar al Rocío".
El obispo ha hecho un llamamiento a la comunidad cristiana para entender que "sería una pena que esta cultura cristiana se debilitara por inhibición o cobardía, porque nuestra sociedad necesita una radical renovación, y hacen falta personas nuevas para una nueva sociedad, hombres renovados por el amor de Dios".
Además, ha dicho que los cristianos son "personas capaces de llevar paz donde hay conflictos, de construir relaciones fraternas donde hay odio".
La misa ha sido cantada por el coro rociero de la Hermandad de Triana, una de las más antiguas de las filiales, a la que la matriz de Almonte ha querido homenajear.
Miles de personas de las 110 hermandades filiales rocieras, con sus capellanes al frente, han asistido a la misa, celebrada en una explanada de la aldea.
Terminada la misa, los rocieros vivirán una tarde de domingo a la espera del principal momento de la romería, el salto a la reja, cuando los almonteños sacan a la Virgen del Rocío de su ermita para dar comienzo a la procesión por las calles de la aldea.
El salto de la reja no tiene una hora fija y tradicionalmente empieza una vez que termina el rezo del rosario de las hermandades por la aldea y cuando el simpecado de la Hermandad Matriz está dentro de la ermita.
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