La tradicional misa de romeros, en la iglesia de Santo Domingo, despidió a primera hora de la mañana de ayer a la Hermandad del Rocío de Jerez, que se encuentra ya de camino hacia la aldea almonteña.
El Simpecado fue entronizado en la carreta al filo de las nueve de la mañana, iniciándose a partir de entonces el habitual recorrido por las calles Porvera, Ancha y Taxdirt. En la puerta de la escuela de San José, un nutrido grupo de pequeños alumnos del centro salesiano saludaron la presencia del Simpecado, algo que poco antes había hecho la Hermandad del Nazareno.
Las siguientes paradas de este tramo urbano de la primera jornada del camino tuvieron como escenarios la gruta dedicada a la Virgen de Lourdes en la capilla del Calvario y el Santuario de San Juan Grande, donde no pocos enfermos esperaban desde bien temprano la llegada de la comitiva.
La despedida de la Hermandad de Jerez fue algo más fría de lo habitual, merced en buena medida al sensible descenso de la temperatura registrado ayer en la ciudad pero también debido a la ausencia de coheteros. Tras dejar atrás el santuario, los romeros jerezanos pusieron rumbo a Sanlúcar por la carretera de El Calvario.
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