La Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social de Huelva ha cele-brado hoy un seminario de evaluación del programa Guía, una actividad preventiva dirigida a atender a familias afectadas por crisis relacionales entre padres e hijos y que demandan ayuda debido a la presencia de conductas violentas o antisociales en los menores.
La jornada, inaugurada por la directora general de Personas Mayores, Infancia y Familia de la Junta de Andalucía, María José Rico, junto a la delegada territorial de Salud y Bienestar Social, Lourdes Martín, y la vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Empresa de la Universidad de Huelva, Isabel Rodríguez, ha tenido precisamente como sede la Onubense, institución que ha realizado un estudio pormenorizado del programa a través de un equipo de investigadores, pertenecientes a los departamentos de Educación y de Psicología Evolutiva y de la Educación, para garantizar su efectividad. Durante el seminario se han presentado e interpretado los resultados obteni-dos y se ha abierto un espacio de reflexión con los profesionales de los servicios sociales asistentes a fin de debatir las áreas de trabajo y el planteamiento de posibles mejoras.
El programa Guía se ha desarrollado este año a lo largo de siete edicio-nes en diferentes localidades de la provincia –Huelva capital (en dos ocasio-nes), Cartaya, Villalba del Alcor, Jabugo, Isla Cristina y Ayamonte-, posibilitando la asistencia de un total de 116 familias y 121 menores onubenses en situación de riesgo -79 chicos y 42 chicas-. De éstos, 7 tenían 12 años, 81 entre 12 y 15 años y 33 de 15 a 18 años.
El servicio de Prevención y Apoyo a las Familias de la delegación es el encargado de la planificación, coordinación y seguimiento del programa, diseñado por la asociación Ponte, una entidad que ofrece cobertura psicoso-cial a jóvenes en diferentes áreas de intervención. Para su realización durante 2012 ha contado con una subvención de 41.000 euros por parte de la Junta de Andalucía.
Perfil de los destinatarios
Las familias destinatarias de esta prestación son aquellas con hijos que presentan comportamientos agresivos como gritos, insultos, amenazas e incluso agresiones físicas hacia los padres o tutores y, por lo tanto, la comu-nicación familiar no existe o se encuentra muy deteriorada y la convivencia es realmente difícil. Es posible que haya habido intentos de resolver el conflicto pero sin resultados positivos. De hecho, se mantiene el vínculo afectivo y aspectos positivos en la relación.
Por su parte, el perfil del menor se caracteriza por la existencia de pro-blemas significativos de adaptación personal, social y escolar. Todo ello puede estar unido a dificultades emocionales y de comportamiento, faltas de asistencia al centro educativo, resistencia generalizada a acatar las normas, pequeñas conductas delictivas, inicio de consumo de drogas y alcohol y establecimiento de relaciones con personas de entornos marginales o delicti-vos. Incluso se registran episodios de fugas ocasionales del domicilio.
Ante esta situación, los padres o tutores no pueden controlar los pro-blemas del hijo y existe el riesgo de que el conflicto acabe agudizándose. En algunos casos las familias han tenido un funcionamiento adecuado hasta la llegada del menor a la adolescencia. En otros, puede existir una ausencia reiterada de supervisión y límites hacia el menor en que ambas partes están implicadas y se refuerzan de forma activa.
De forma general, los padres tienen pautas educativas poco definidas, sienten gran confusión e incapacidad para hacer frente a la problemática, por lo que demandan ayuda.
En este sentido, el programa Guía lleva a cabo dos principales actuacio-nes: el taller de padres y el taller de creación escénica, enfocados a una población con un grado de conflictividad media. Su metodología se basa en el desarrollo de un total de nueve sesiones de dos horas y media cada una, con una periodicidad semanal y en grupos de un máximo de 20 integrantes. En ellos los progenitores y sus hijos comparten el recurso como experiencia el mismo día y a la misma hora, así como otras sesiones conjuntas.
Mejores prácticas
Éste es el tercer año que se lleva a cabo en la provincia de Huelva el programa, único en el conjunto de Andalucía. En 2011 permitió este tipo de asistencia a 85 familias y el mismo número de menores, unas cifras que se han superado con creces este curso.
Entre sus reconocimientos se encuentra su catalogación entre las mejo-res prácticas tanto por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad como durante la celebración de la novena edición del Foro Andaluz de la Infancia.
En este caso el comité organizador destacó su estructuración y trabajo sistematizado, la implicación conjunta del Servicio de Prevención y Apoyo a las Familias, los servicios sociales, los equipos de tratamiento familiar y la Fiscalía de Menores, así como la participación directa en el programa de profesionales de los servicios sociales y la evaluación externa de la Universidad para dar respuesta a un problema de gran actualidad.
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