Diez profesionales de la medicina imputados (ginecólogos, pediatras y matronas), cinco de los cuales ya han prestado declaración, 30 personas de ese mismo sector además de monjas, relacionadas con los casos, y que prestarán declaración judicial en próximas fechas, 70 denuncias presentadas, que en unos dos o tres meses pueden llegar al centenar, y cerca de 3.000 folios en los juzgados con “contenido muy delicado”.
Son los datos ofrecidos este jueves por José Luis Orta, abogado de SOS Bebés Robados Huelva, en una comparecencia en la que desgranó el camino recorrido hasta ahora en la investigación sobre la presunta trama de robo de recién nacidos en Huelva entre los años 60 y 90 del pasado siglo. “Sólo nos mueve la verdad, esto no es ninguna caza de brujas”, afirmó Orta.
Según la información hasta ahora recabada, el 70% de los casos se dieron en el extinto Hospital Manuel Lois, cuyos “historiales clínicos han desaparecido”, pero también hay denuncias sobre presuntos robos cometidos en el Hospital de La Merced y en el Infanta Elena, amén de en clínicas privadas que había en la calle Rascón, La Merced y El Conquero (Clínica El Carmen). Pese a que estas clínicas ya desaparecieron, Orta informó de que siguen vivos los administradores y “alguno de ellos está imputado”.
En cuanto a la conducta de los ginecólogos implicados en los casos, según consta en los testimonios recabados por los afectados, el abogado detalló que “comparecían muy poco tanto en el parto como para dar explicaciones a posteriori”, mostrando un comportamiento “tosco y rudo”. El letrado puso varios ejemplos a través de testimonios dados en las declaraciones judiciales: “Una monja le comentó a una mujer ‘¿Ahora te duele?, pues cuando lo hacías no te dolía” o una monja que le dijo a una madre “pide al señor que el niño se te muera porque al niño lo han dejado como un muñeco de trapo”. “El comportamiento con las mujeres afectadas era indigno”, valoró José Luis Orta.
Otro aspecto hecho público ayer por el abogado de SOS Bebés Robados Huelva fue el de las “presuntas actividades ilegales” en el Manuel Lois, donde según confirmó en su declaración judicial el pasado 5 de junio un médico que allí trabajó durante varios años, había una incineradora en la que se quemaban “fetos, partes amputadas, vísceras…". “En aquella época había una incineradora en el Lois donde se quemaban los cuerpos. Puedo afirmar que se incineraban fetos, era la costumbre”, asegura Orta que afirmó este médico durante su declaración.
Por último, resumiendo el ‘modus operandi’, Orta recordó que en los casos investigados se dan hechos “sospechosos” tales como: certificados de fallecimiento que aparecen en el registro civil, pero no en el hospital; horas de la muerte distintas en diferentes documentos, entierros antes de las 24 horas, cambios en la grafía y el tipo de tinta en la parte de las causas del certificado de fallecimiento, negación a las familias a enterrar a sus bebés, pese a que había familias con seguro de decesos… y un aspecto que Orta ve como “indiscutible”: “Hay bebés que no llegaron nunca al cementerio, y no llegan al cementerio es que no han muerto, ¿dónde están esas personas”, se preguntó el abogado a la vez que valoró que “la Ley de Adopciones del 70 era un auténtico coladero”. El letrado onubense concluyó su intervención defendiendo que “Huelva y todos nosotros estamos en deuda con estas familias”.
Por su parte, Esperanza Ornedo, presidenta de SOS Bebés Robados Huelva, que participará este sábado en un encuentro en Madrid con 25 asociaciones de diferentes puntos de España, insistió en que “no buscamos culpables, sino encontrar a estos niños que están desaparecidos”.
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