La onubense Carolina Marín
logró en La Chapelle Arena su segunda victoria en los Juegos Olímpicos de París ante la irlandesa Rachael Darragh, a la que
venció con comodidad en dos sets (21-5 y 21-5), y acelera hacía los octavos de final del torneo de bádminton tras superar la fase de grupos.
Carolina Marín, de 31 años,
disputó un partido muy cómodo ante Darragh, que desde el primer momento dio sensación de no poder hacer frente a su rival. Con un juego lento y sin apenas intensidad, la irlandesa se fue dejando llevar hasta terminar totalmente sometida en la pista por la española, que seguramente no esperaba un encuentro tan fácil como se encontró.
El encuentro lo comenzó Carolina con una dejada que pilló desprevenida a Darragh y que fue el aviso de lo que le esperaría después, puntos cortos en acciones a la red y otros largos hacia abajo en jugadas de volea. Esa fue la tónica que utilizó la española, que acabó con su rival en apenas 28 minutos.
Con esta victoria, la jugadora andaluza
finaliza la fase inicial de grupos como primera después de vencer también en su primer encuentro a la suiza Jenjira Stadelmann por 2-0.
Carolina Marín, triple campeona del mundo y siete de Europa, ha llegado a París como número cuatro del mundo y con el firme objetivo de repetir el oro de Río'2016 tras no poder participar por lesión en Tokio 2020.
Primeras sensaciones
La onubense declaró tras superar a la irlandesa la irlandesa Rachael Darragh que
las sensaciones para octavos de final son "muy buenas" y que jugar en La Chapelle Arena está siendo "increíble" porque el escenario le recuerda a los pabellones asiáticos que conoce.
"Las sensaciones son muy buenas. Sobre todo físicamente no era un partido difícil pero quiero estar mentalmente concentrada.
Mañana empiezan octavos, empiezan de verdad las rivales complicadas y hoy quería estar enfocada en concentrar volantes en ambos lados de la pista porque es un pabellón con aire y a veces es complicado ese control del volante", dijo Marín, tras el partido.
"También
quería poner en practica cosas que he entrenado porque las voy a necesitar a partir de mañana, que será un nuevo día y un nuevo partido", confesó la jugadora española, que se medirá en octavos a la estadounidense Beiwen Zhang, con la que perdió en marzo en el Abierto de Francia.
"Lo afrontaremos de manera diferente.
La cabeza la tengo puesta en los objetivos a mejorar y en el plan de juego que planteemos", confesó.
Uno de los atractivos de estos Juegos es el recinto del badminton, La Chapelle Arena, con capacidad para 8.000 espectadores.
"Esto es increíble. Me recuerda a cuando voy a Asia.
La diferencia es que veo muchas banderas españolas. Siento mucho agradecimiento de los españoles que están aquí y de los que nos miran desde casa", concluyó.