Huelva

La celebración de romerías y fiestas devuelve la normalidad a las floristerías onubenses

El sector se felicita porque "se ha pasado de la nada al todo en cuestión de dos semanas, las anteriores a la Semana Santa, e incluso superando expectativas"

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  • Flores. -

Las floristerías de Huelva han comenzado a "volver a la normalidad" con el inicio de las romerías y de las fiestas, tras dos años de pandemia que han "afectado de manera muy directa a un sector artesanal y que depende mucho de las celebraciones".

Así lo ha manifestado, en declaraciones a Europa Press, el representante del sector de las floristerías en Huelva Comercio, Félix Pérez, propietario de la Floristería Atrio de La Palma del Condado.

El florista ha asegurado que no se esperaban "esta vuelta a la normalidad" porque el "inicio del año fue muy malo y hubo muchas esperanzas en el día de San Valentín, que resultó ser muy bajo en ventas".

No obstante, Pérez ha explicado que "se ha pasado de la nada al todo en cuestión de dos semanas, las anteriores a la Semana Santa, e incluso superando las expectativas, cuando se anunció que se iba a dejar de usar las mascarillas y que se iban a poder retomar todas las celebraciones".

"Desde entonces no hemos parado prácticamente hasta ahora, ya que se han ido uniendo diferentes celebraciones como Semana Santa; el Día de la Madre, que ha estado estupendo para toda las floristerías; las cruces; e incluso las comuniones y bodas. En definitiva, todos los eventos están volviendo a la misma situación que teníamos antes de la pandemia", ha subrayado el florista.

Sin embargo, Pérez ha remarcado que la huelga de transporte y las subidas tanto de la luz como de otras materias primas "ha afectado al coste del género que se ha tenido que repercutir en proporción al cliente en el precio de las flores", por lo que "es algo negativo dado que hay aún personas y familias que están saliendo de esta crisis y tienen que privarse de algunas cosas o pagar un plus del precio que podría tener antes".

No obstante, el empresario ha subrayado que la coyuntura actual es "positiva", debido a que se ha dado el hecho de que "las personas, después de estos dos años tan difíciles, están dispuestas a vivir la vida intensamente y ello influye en las celebraciones".

"Si antes las comuniones eran un tanto más sencillas, ahora la gente se está volcando con ellas y adornan todo con flores. Misma situación se está viviendo con las bodas, ya que antes podían ser más básicas, pero ahora, después de todo este tiempo, está apostando por incluir flores en todos los momentos y lugares", ha explicado Pérez.

Igualmente, las hermandades, tanto en la Semana Santa como ahora en las romerías, "han dicho que después de estos dos años encerrados hay que volver a lo de siempre, con la mayor alegría y hay que celebrarlo igual porque forma parte de nuestra cultura".

Asimismo, el empresario palmerino ha confesado que durante la Semana Santa hubo "mucha incertidumbre", debido a que la guerra de Ucrania "produjo la huelga de transporte, por un lado, por otro, el desconocimiento de si los agricultores habrían sembrado más o menos, todo ello unido al miedo de los últimos años, no se sabía cómo se iba a cubrir la demanda".

"Sin embargo sucedió todo lo contrario. Rusia siempre ha sido un gran demandante de flores de Europa y, precisamente, en la misma fecha de la Semana Santa celebran el Día de la Madre, fecha muy señalada y que se regalan flores. Así, al romper relaciones la UE con Rusia, Holanda y otros países se quedaron con una gran cantidad de género que no ha sido demandada. Por lo que los floristas españoles, que miramos a Holanda para los adornos de Semana Santa, hemos tenido mucha variedad para elegir y no se encareció el precio", ha detallado el florista.

AFECTADOS DURANTE LA PANDEMIA

El representante de los floristas ha recordado que su sector fue "uno de los grandes afectados de la crisis generada por la pandemia", ya que "depende mucho de los eventos y lo primero que se recortó fueron las libertades".

No obstante, Pérez ha asegurado que algunos compañeros pudieron mantenerse por la venta diaria, ya que "las flores durante este tiempo se convirtieron en un mensaje de esperanza y un elemento comunicativo".

"Durante los dos años de pandemia se enviaron muchas flores a amigos y familiares enfermos. También se destinaron a los altares y santos, ya que como no podíamos movernos se enviaban las flores como símbolo. Pero esta venta diaria no está al nivel de las grandes celebraciones que son las que proporcionan mayor beneficio, por ello, muchos compañeros se quedaron en el camino y otros pudimos aguantar con ello", ha explicado.

Además, el florista ha señalado que también se compraron muchas plantas de interior; y en cada fecha especial se mandaba flores, incluso muchas más que en otros tiempos, ya que antes se pensaba en otro tipo de regalos, pero "este tipo de venta no es la misma que la que se produce con las fiestas y romerías".

El artesano ha señalado que las floristerías no pueden digitalizarse al cien por cien, de hecho cree que "será uno de los pocos sectores que se mantendrá en la venta directa porque es un trabajo artesanal".

"Sí que nos hemos adaptado en cuanto a mensajería o formas de incentivar la venta, en estos aspectos sí que nos hemos digitalizado, pero aún no hay una máquina que sea capaz de reproducir el aroma, belleza, tacto y alegría que transmiten las flores, ya que son pedacitos de la naturaleza, por lo que nuestros negocios seguirán perdurando de una manera tradicional; y de ahí que sea muy complicado realizar una auténtica digitalización", ha expresado.

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