La organización agraria UPA Huelva ha denunciado la situación que sufren agricultores y consumidores con el arándano, una fruta cuyo precio han caído más de un 50% en las últimas semanas mientras que en los lineales de compra se paga por ella un 400% más de lo que percibe el productor.
En un comunicado, la UPA ha precisado que según los últimos datos del Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía el precio del arándano ha caído un 29,32% en las dos últimas semanas con datos registrados; una cifra que se eleva hasta el 54%, a tiempo real según informan los agricultores, quienes están percibiendo ya precios por debajo del 2,50 €/Kg, con los que no cubren los costes de producción.
La organización ha recordado que los agricultores de la provincia vienen sufriendo una subida generalizada de los costes de producción, que en el caso de la campaña de frutos rojos ha sido de más de un 30% de media, lo que debería suponer que los tendrían que repercutir esta subida de costes en el precio que reciben por el producto, si bien en la práctica no es así.
Por otra parte, han remarcado que en los lineales de venta de supermercados y grandes superficies, el consumidor sufre una subida del IPC de casi un 9% y paga por el arándano "una diferencia aproximada de un 400% con respecto a lo que recibe el agricultor", oscilando los precios entre 10,00 y 13,00 €/Kg de media.
"Si lo que el consumidor paga de más no lo recibe el agricultor que es el que soporta la subida de costes, ¿quién se está quedando con el dinero?", se preguntan desde UPA.
La Ley de Cadena Alimentaria cita que el responsable de pagar un precio justo será siempre el comprador, sin embargo, "si las administraciones no ponen medios para que la Ley se cumpla y no actúan de oficio para inspeccionar y sancionar, esta Ley no servirá para nada".
La UPA Huelva también ha advertido a las administraciones que los productos provenientes de terceros países deben cumplir las mismas normas de control a los que están sometidos los productos de dentro de la UE.
En caso contrario, la dejadez en la inspección y sanción favorece una competencia desleal que actualmente está contribuyendo a un mercado agrícola "adulterado" y que está afectando también al arándano de Huelva.
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