Una pareja de ancianos, de 77 y 83 años, este último enfermo de Alzheimer, han sida auxiliada por la Policía Nacional en Granada tras declararse un incendio en la cocina, del cual no tenía conciencia a pesar de estar produciendo una gran cantidad de humo tóxico, por el que tuvo que ser atendida.
Según ha informado este jueves la Policía en un comunicado, los agentes igualmente evitaron con su actuación la propagación del incendio hacia otros inmuebles hasta la llegada de la dotación de bomberos.
Los policías fueron avisados por la central de en una vivienda ubicada en la zona norte había llamas y humo saliendo desde una ventana exterior en un bloque de pisos.
Una vez en el lugar, accedieron a través del portal hasta el domicilio y consiguieron que la mujer de la pareja abriera la puerta con dificultad, momento cuando la misma observó que había una gran cantidad de humo inundando la morada.
Los policías sacaron a la mujer del inmueble, quien desconocía hasta ese momento que hubiera un incendio, y le preguntaron sobre la existencia de más personas en el interior.
Manifestó que en el salón, con la puerta cerrada, se encontraba su marido, un hombre de 83 años y enfermo de Alzheimer.
Los policías, a pesar del espeso humo, entraron en la vivienda y encontraron al octogenario desorientado en el pasillo y consiguieron llevarlo hasta un lugar seguro junto con su esposa.
Seguidamente, ante la imposibilidad de acceder hacia la zona de la cocina debido al ambiente irrespirable, los policías dejaron el inmueble cerrado y evitaron la posible propagación del incendio, hasta la llegada de la dotación de bomberos.
El resto de vecinos fue advertido para que no saliera de sus domicilios y se solicitó al mismo tiempo la intervención de los bomberos y del 061.
La pareja fue asistida en el lugar y, tras una primera valoración, fue trasladada hasta un centro hospitalario debido a la gran inhalación de humo tóxico que habían sufrido.
Paralelamente los bomberos, provistos con máscaras de oxígeno, se encargaron de apagar el incendio que había comenzado en la cocina y donde el cableado de la campana extractora permanecía ardiendo.
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