La Fiscalía ha mantenido una petición de pena de seis meses de cárcel, además del pago de 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil por daño moral, para un médico de 59 años enjuiciado este miércoles por supuesto acoso sexual en el ámbito laboral a una enfermera de 28 años en el verano de 2018, tres días de empezar a trabajar en un centro de salud de la provincia de Granada.
El Ministerio Público también ha planteado como petición subsidiaria la pena de cuatro meses de cárcel por el supuesto delito de acoso sexual, que se habría producido sobre las 13,30 horas del 6 de julio de 2018, "aprovechando que ya no había ningún paciente en el centro".
En el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal 5 de Granada, donde ha quedado visto para sentencia, el acusado ha señalado que dio dos besos a la denunciante como "despedida cordial", después de retomar una conversación que, según ha relatado, había quedado "pendiente" en el desayuno sobre los tatuajes de ella.
Ha reconocido que vio que se sintió molesta y que se sentó detrás de una mesa, lo cual ha achacado a unos comentarios que hizo sobre sus tatuajes, a la par que ha señalado que los mensajes que le envió a través de una aplicación de mensajería telefónica los escribió por "amabilidad".
"Nunca me perdonaré haberte hecho pasar un mal rato", ha indicado el doctor también que afirmó cuando ella le mostró su malestar. Asimismo, ha negado que como médico tuviera una relación de superioridad sobre la enfermera y ha explicado que la ley marca que entre los profesionales de la medicina y la enfermería en la atención primaria ha de haber "colaboración", sin que haya "jerarquía".
La denunciante, en su declaración ante el tribunal, ha ratificado su denuncia y ha relatado que el procesado la agarró de las dos manos y la intentó besar en la boca, después de que le dijera que se sentía "muy atraído" por ella "no solo por su físico sino por su forma de ser".
Después, según su versión, él se habría encerrado en su consulta diciendo que se tenía que "arrepentir" de lo que hacía. Ella, que ha explicado que sintió "mucho miedo" tras los hechos al no conocer la zona, ha señalado que indicó al médico, cuando se le acercó de nuevo, "que lo perdonaba" pero que se marchara del centro de salud, al sentirse "muy incómoda", así como que sufrió un ataque de ansiedad.
Tras interponer denuncia y poner el tema en conocimiento de sus superiores, se la cambió de destino. Ha agregado que lo que ocurrió "apresuró" su decisión de prepararse para ser guardia civil, y que dejó la enfermería. La acusación particular, que representa a la denunciante, se ha adherido a la petición fiscal de seis meses de prisión para el acusado, cuya defensa solicita la libre absolución.
RELATO DE HECHOS DE FISCALÍA
Según la Fiscalía, el procesado habría actuado en la consulta de enfermería "actuando movido por un evidente y manifiesto propósito de atentar contra la libertad sexual" de la enfermera, donde le habría agarrado de sus manos al tiempo que le dijo" que le iba "a dar un beso".
Cuando la denunciante trató de evitarlo, procedió, según la versión del fiscal, "a soltarle las manos y cogerle la cara, intentando atraer la boca" de ella "hacia la suya, con evidente deseo de besarla".
Posteriormente, se habría marchado y luego pedido perdón, "accediendo ella a disculparle presa del miedo que el acusado le infundió en su persona y más al hallarse solos en el centro de salud". Entonces "nuevamente intentó besar" a la enfermera "sin éxito" y ya se fue del consultorio.
Se habría disculpado luego con un mensaje a través de una aplicación telefónica, que habría utilizado para enviarle otros mensajes, también en días anteriores. Ella "sufrió una crisis de ansiedad, afectando a su estado anímico la conducta del acusado".
Igualmente "no sólo le fueron cambiados sus servicios a fin de que no coincidiese laboralmente con el acusado, sino que incluso fue cambiada de destino".
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