El Covirán Granada afronta su tercera temporada consecutiva en la Liga Endesa con una plantilla bastante renovada y el objetivo de alcanzar la permanencia pero sin sufrir tanto como lo hizo en las dos campañas anteriores.
Los andaluces van a poder disfrutar de su tercer curso en la elite gracias a dos agónicas y casi milagrosas salvaciones, ambas en la última jornada del campeonato tras estar durante gran parte de la misma contra las cuerdas.
Los dirigentes rojinegros pretenden repetir final pero hacerlo sin tanto suspense y poder disfrutar de un plácido tramo final de campeonato con el equipo alcanzando antes la meta de la permanencia.
Para ello se mantiene al frente del Covirán Granada Pablo Pin, el preparador que dirige al equipo desde su fundación y sus primeros pasos en categorías regionales hace más de una década, y que seguirá en el banquillo pase lo que pase durante el curso.
Pin, que ha crecido a la par que el equipo, es desde su modestia y su trabajo la gran estrella de un club en el que también ejerce como director deportivo siendo la piedra angular en la construcción de la plantilla que luego él mismo entrena.
El Covirán Granada se ha reforzado con hasta siete jugadores buscando un doble objetivo: tener una mayor consistencia defensiva y dotar al plantel de mayor experiencia.
El club ha querido contar con jugadores con más recorrido en la Liga Endesa tras tener en las dos campañas anteriores una mayor base del equipo que había logrado el ascenso desde LEB Oro.
Además, muchos de los fichajes y de las renovaciones tienen un destacado perfil defensivo, buscando Pin que los suyos mantengan la alegría, la velocidad y el descaro en ataque pero que den un paso adelante también en el trabajo defensivo.
Los principales fichajes han sido el escolta puertoriqueño Gian Clavell y el ala-pívot francés Amine Noua, jugadores que coinciden en que quieren reivindicarse en la Liga Endesa tras experiencias pasadas no muy brillantes en la liga.
A ellos se unen el joven alero uruguayo Agustín Ubal y hasta cuatro jugadores nacionales con margen para el crecimiento: el base Sergi García, el alero Édgar Vicedo y los pívots Rubén Guerrero e Iván Aurrecoechea.
Se quedan en el equipo de la pasada campaña el base francés Jonathan Rousselle, estrella en el partido final de la permanencia última ante el Gran Canaria, el alero Pere Tomás, el alero finlandés Elias Valtonen, el escolta estadounidense Scott Bamforth y el pívot estadounidense Jacob Wiley.
El presidente del Covirán Granada, Óscar Fernández-Arenas, anunció esta misma semana que el club comenzará su tercera temporada consecutiva en la Liga Endesa con un presupuesto de cuatro millones de euros, por lo que sigue siendo uno de los más bajos de la competición, y un récord histórico de abonados.
En cada partido habrá ocupados en el Palacio 7.120 asientos entre abonados y acuerdos con empresas, por lo que apenas habrá mil entradas a la venta por choque y los llenos se sucederán en la instalación granadina.
El Covirán Granada, con cientos de pequeñas, medianas y grandes empresas locales apoyando el proyecto, es uno de los emblemas de la ciudad y un club deportivo ejemplar por su crecimiento y su situación económica. Y lo quiere seguir siendo estabilizado en la Liga Endesa.
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