Los análisis antropológicos y genéticos han confirmado el hallazgo de los restos mortales del antifranquista Cipriano Martos, militante del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) fallecido en 1973 tras la ingesta de ácido sulfúrico en el transcurso de un interrogatorio con torturas en el cuartel de la Guardia Civil en Reus (Tarragona).
Así lo ha revelado la Consejería catalana de Justicia, Derechos y Memoria que encabeza Gemma Ubasart, después de que el pasado 11 de enero el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, anunciara que los técnicos encargados de llevar a cabo los trabajos de exhumación en la fosa 11-67 norte del cementerio de Reus habían hallado los restos de un cuerpo compatible con la descripción física de Martos y con la ubicación que consta en los registros funerarios municipales.
Los arqueólogos que trabajaban sobre el terreno desde diciembre encontraron, en concreto, un cuerpo al que se le practicó una autopsia completa y, precisamente, Martos fue autopsiado por dos médicos forenses tras fallecer el 17 de septiembre de 1973, víctima de la ingesta de ácido sulfúrico durante un interrogatorio.
Los restos de ese cuerpo -uno de los 41 individuos exhumados de esa fosa común en el cementerio de Reus- fueron trasladados al laboratorio para iniciar los estudios antropológicos y de ADN, para extraer muestras genéticas y cruzar los datos con los de los familiares inscritos en el programa de identificación genética.
Los resultados de esas pruebas, según ha indicado la conselleria en un comunicado, "han ratificado que los restos se corresponden con los de Cipriano Martos", que se convierte así en la vigésima persona exhumada identificada en Cataluña desde la creación del programa de identificación genética, en 2016.
DE GRANADA A SABADELL, EN PLENA DICTADURA
Cipriano Martos nació en 1942 en un núcleo de casas dentro del término municipal de Loja (Granada), en el seno de una familia de campesinos pobres, y emigró en 1969 a Sabadell (Barcelona), donde se politizó y se enroló en el PCE (ml) y el FRAP.
Ya en la clandestinidad, el partido lo destinó a una célula en Reus, donde en agosto de 1973 fue detenido por la Guardia Civil, que lo interrogó durante más de dos días hasta que la ingesta de ácido sulfúrico obligó a ingresarlo en el Hospital de Sant Joan, donde agonizó durante 21 días sin que su familia supiera dónde estaba.
El caso fue incluido en 2014 en la macroquerella ante la Justicia argentina por crímenes del franquismo.
En febrero del año pasado, la entonces consellera de Justicia, Lourdes Ciuró, anunció públicamente que los trabajos de exhumación se iniciarían en el segundo semestre de 2022 y, en marzo, el Parlament aprobó -con el único voto en contra de Vox- una resolución presentada por PSC-Units que avalaba esta iniciativa.
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