Científicos de la Universidad de Granada han validado la electroestimulación eléctrica y han considerado que es especialmente eficaz para personas con obesidad o movilidad reducida, al demostrar que ayuda a quemar calorías y es una alternativa útil ante la escasez de tiempo para hacer ejercicio.
El equipo de científicos del Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS), ha informado este jueves la institución académica, ha probado que la electroestimulación del cuerpo aumenta la intensidad del entrenamiento y reduce el tiempo necesario para obtener beneficios similares o incluso mejores que los del ejercicio convencional.
Esta tecnología funciona gracias a un traje y una aplicación móvil que producen una contracción involuntaria en distintas partes del cuerpo como el pecho, la espalda, el abdomen o los brazos.
Aunque esta herramienta fue "demonizada" a principios de 2010 por la mala praxis llevada a cabo, según los investigadores, puede ayudar a reducir los tiempos de entrenamiento y a motivar a la población a hacer ejercicio.
"El riesgo que conlleva este tipo de entrenamiento es que, al fin y al cabo, es una tecnología que se basa en la transmisión de corriente eléctrica al organismo y que, mal utilizada, puede ser peligrosa. Sin embargo, siempre y cuando sea utilizada por personal cualificado, no debe haber problema alguno", ha explicado este jueves Unai Pérez, del Instituto iMUDS y autor de este estudio.
En la investigación se ha visto que ofrece ventajas y se ha considerado la electroestimulación como una alternativa eficaz para elevar el número de calorías que se consumen tanto en reposo como durante el ejercicio.
Esto puede ser de gran interés para personas con extrema obesidad, que suelen reportar problemas y dolores durante el ejercicio, o para personas con movilidad reducida, ha detallado Pérez, quien recuerda que mantener la musculatura activa y unos niveles medios de actividad física es necesario para conservar una buena salud.
EXPERIMENTOS EN LABORATORIOS
En los laboratorios se han llevado a cabo experimentos con un total de diez hombres sanos y físicamente activos, con el objetivo de comprobar si las distintas formas de aplicación de la corriente eléctrica ofrecen diferentes resultados.
Los investigadores han comparado si aplicando un tipo de electroestimulación se obtiene más o menos beneficios que aplicando otro tipo de electroestimulación.
"Es como si comparamos levantar 10 kilogramos 20 veces con hacerlo con 20 kilos 10 veces", ha ejemplificado el autor del estudio.
Los participantes han acudido en dos ocasiones al laboratorio, en las cuales se ha hecho una comparativa con los distintos tipos de electroestimulación, tanto en reposo -tumbados- como caminando.
Quienes han tomado parte en el estudio han estado conectados con una mascarilla a un analizador de gases que mide el oxígeno que se consume y el dióxido de carbono que se produce y, a través de unas fórmulas matemáticas, los científicos han obtenido el número de calorías que se queman con ese determinado ejercicio.
"El resultado sorprendente es que, estando tumbados y con la electroestimulación colocada, las personas han quemado 604 % más de calorías que estando tumbados sin nada. Además, el aumento que han tenido en el número de calorías equivale a estar caminando a una intensidad moderada", ha detallado el investigador principal.
Por tanto, el trabajo evidencia que, en una situación aguda, estar tumbado con la electroestimulación colocada equivale a estar caminando.
Sin embargo, destaca que la electroestimulación experimentada era de alta intensidad y que las personas han alcanzado valores muy elevados de frecuencia cardiaca, de modo que se confirma que cuando se está caminando la aplicación de electroestimulación puede elevar el consumo de calorías un 44 %.
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