La Fiscalía ha solicitado una pena de 33 años de prisión para un hombre acusado de matar de un disparo a un varón que entró junto a otras tres personas en su cortijo, situado en el término municipal de Arenas del Rey (Granada), para intentar localizar marihuana y hacerse con ella.
Esta persona será juzgada del 6 al 10 de febrero en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada por la fórmula del jurado popular acusado de un delito de asesinato, otro de tentativa de asesinato --dado que disparó a otro hombre-- y de tenencia ilícita de armas. Junto a él también se sentarán en el banquillo de los acusados su pareja y una tercera persona que también intervino en lo ocurrido.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 11 de octubre de 2019, cuando cuatro hombres acudieron a bordo de una furgoneta a las inmediaciones del cortijo 'Los Sevillanos', en un paraje próximo a la orilla del pantano de Los Bermejales, adonde se acercaron "con la intención de curiosear la ubicación por si encontraban en la casa o en la finca anexa restos de una plantación de marihuana que pudieran obtener para su propio beneficio", según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press.
Dentro de la vivienda se encontraba uno de los acusados, que se alarmó al escuchar los ruidos que venían del exterior, y alertó a la pareja de propietarios de la finca. Los tres se pusieron de acuerdo sobre el modo de actuar para "dar caza a estas personas y evitar que pudieran escapar con vida de la propiedad", mantiene el fiscal.
Así, el principal acusado y su pareja se desplegaron por la finca a bordo de un todoterreno y localizaron entre unos olivos la furgoneta de los asaltantes, le rajaron las ruedas, dejaron cargados un rifle y una escopeta, y él salió andando hacia la finca mientras ella se quedó vigilando en el vehículo.
El otro acusado, por su parte, se atrincheró en la vivienda y cuando llegaron dos de los asaltantes salió tras ellos armado, a lo que el principal investigado, que iba hacia allá, cogió la escopeta y disparó por la espalda a uno, al que alcanzó en cadera y pierna, aunque logró escabullirse y llamar a la Guardia Civil. Seguidamente, cogió el arma más potente, el rifle, y disparó a otro, que sí murió a causa de las heridas.
Mientras lo preparaban todo para ocultar las armas y el cadáver, llegó a la finca la primera patrulla de la Guardia Civil y los agentes que acabaron por descubrir la furgoneta en la que pretendían sacar el cadáver dentro de una cámara frigorífica.
La mujer del principal acusado y el tercer implicado se enfrentan a una petición fiscal de 26 años de prisión por su implicación en el asesinato que se produjo en la finca y la tentativa de asesinato al otro hombre.
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