Granada

El acusado de conducir ebrio y ocasionar dos muertos dice que iba perfectamente

Un accidente en el que murieron dos jóvenes en septiembre de 2017

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  • Primera sesión del juicio en la Audiencia de Granada contra el acusado de conducir ebrio y provocar un accidente con dos muertos.

El hombre que está siendo juzgado desde este lunes en la Audiencia de Granada acusado de conducir bajo los efectos del alcohol y provocar un accidente en el que murieron dos jóvenes en septiembre de 2017 ha declarado que cuando cogió el coche "estaba en condiciones para conducir" pero que el otro vehículo iba a poca velocidad, había un cambio de rasante y no lo vio. "Cuando me di cuenta estaba encima de él, intenté esquivarlo" y en esa maniobra "le golpeé", ha declarado ante el jurado popular que deberá decidir sobre este caso, afirmando que se fue de la escena del accidente porque ya había otras personas atendiendo a los heridos.

En el accidente, que se produjo en la A92N, falleció el conductor del otro vehículo, que en ese momento tenía 22 años, y una joven de 20 que ocupaba el asiento trasero. Otra chica de 22 años que iba en el asiento del copiloto sufrió una contusión en la espalda y heridas en el torso, el rostro y en ambos pies. Los familiares de los fallecidos y la joven herida ejercen la acusación particular en esta causa en la que la Fiscalía solicita una pena de ocho años de prisión para el procesado.

Le acusa de un delito de conducción temeraria, dos delitos de homicidio, otro de lesiones imprudentes y de otro delito de omisión del deber de socorro al entender que tras el accidente el acusado "ni acudió a auxiliar a las víctimas ni llamó a los servicios sanitarios, sino que abandonó apresuradamente el lugar", según se expone en el escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso Europa Press.

El conductor acusado ha relatado que aquel día, el 11 de septiembre de 2017, estuvo con su tío en la feria de Baza (Granada) consumiendo bebidas alcohólicas desde el mediodía. "Cuatro o cinco botellines de cerveza con alcohol" primero y luego continuó bebiendo sin alcohol, según ha expuesto, de modo que cuando decidió coger el coche se encontraba "en condiciones perfectamente para conducir", según su testimonio, pues también estuvieron comiendo. Antes de regresar a su pueblo, Orce, paró con su tío en una gasolinera y tomó uno "jarra pequeña de cerveza" antes de incorporarse a la autovía.

A preguntas del fiscal, que le acusa de conducir de forma temeraria y muy por encima de la velocidad permitida, el acusado ha dicho que durante el camino fue conduciendo "normalmente", a unos 130 kilómetros por hora, quizá, "pero no más". Ha explicado que el accidente se produjo en un cambio de rasante y no vio al otro vehículo hasta que fue tarde. "No pude esquivarlo, cuando me di cuenta estaba encima de él", ha dicho, afirmando que el otro coche iba a "muy poca velocidad", según la defensa, a menos de 60 kilómetros por hora y todo ello propició la colisión.

Tras el accidente, salió del coche y se acercó al de las víctimas, pero no les prestó auxilio ni llamó a los servicios de emergencia porque, según ha argumentado, "de momento" pararon otros vehículos y una mujer le hizo saber que ya habían dado el aviso. Ha negado así que abandonara la escena del accidente, como se le acusa. "Me dijeron lo que había pasado y no quería ni mirar; me dio un ataque de ansiedad y me puse muy nervioso", ha expuesto, aunque ha reconocido que en vez de quedarse allí seguidamente para hablar con la Guardia Civil o recibir asistencia sanitaria optó por irse andando hasta una venta cercana para que un familiar le recogiera y le llevara al hospital.

También dejó en el lugar del accidente a su tío, que según el fiscal, manifestó a la Guardia Civil y a los sanitarios que "él era el único ocupante y el conductor del vehículo". Ya en el Hospital de Baza fue atendido y, tal y como consta en la causa, se le practicó un análisis de sangre que arrojó una tasa de alcohol en sangre de 2,14. No obstante, el acusado mantiene que esto es fruto de lo que bebió tras el accidente, en la cafetería del propio centro hospitalario, mientras esperaba a ser atendido.

"Se me había quitado bastante el dolor de pecho y la ansiedad, me encontraba un poco mejor (...) me fui a la cafetería del hospital y bebí unas cuantas cervezas", ha relatado.

Su defensa mantiene que no se produjo una omisión del deber de socorro a las víctimas, además de que en la causa concurren a su juicio las atenuantes de confesión, en tanto que se presentó al día siguiente ante la Guardia Civil diciendo que era él quien conducía; así como las de colaboración, tener mermadas las facultades y dilaciones indebidas, por lo que solicita la libre absolución para su cliente o alternativamente un año de prisión. El juicio continuará este martes con testigos y peritos.

 

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