La Audiencia de Granada ha condenado a seis años y medio de prisión a un atracador que fue detenido tras haber cometido casi una decena de robos en menos de una semana en estaciones de servicio y comercios de la provincia a los que entraba con el rostro tapado con un pasamontañas y tras amenazar a los empleados con un cuchillo de grandes dimensiones se hacía con lo que había en la caja registradora.
Ha sido condenado por un delito continuado de robo con violencia e intimidación con la agravante de uso de disfraz, en tanto que siempre trataba de ocultar su rostro para no ser reconocido por sus víctimas en el transcurso de la decena de robos que cometió entre el 12 y el 17 de mayo de 2021, según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
El acusado iba prácticamente a robo por día e incluso llegó a cometer más de un atraco en una misma jornada. Para evitar ser reconocido entraba a los establecimientos utilizando la capucha de la chaqueta y un pasamontañas oscuro o mascarillas negras y tras conseguir su objetivo solía huir del lugar en una motocicleta robada.
Así sobre las 7,05 horas del pasado 12 de mayo el acusado se presentó en la estación de servicio Galp, en Pulianas, y accedió al interior tapándose con la capucha de la chaqueta y un pasamontañas. Se dirigió con un cuchillo de unos 30 centímetros de hoja a la empleada y logró hacerse con 171 euros, tras lo que se dio a la fuga. Esa misma semana volvió a robar en esta gasolinera, donde se hizo con otros 263 euros de la caja registradora; y también en una BP situada en Pulianas. En esta ocasión tapó su rostro con una máscara e intimidó al empleado también a punta de navaja consiguiendo otros 263 euros.
Sobre las nueve de la mañana del 17 de mayo atracó la estación de servicio Auto Green BP de Jun, donde entró con la cabeza cubierta y una mascarilla quirúrgica para no ser reconocido. Aquí el empleado forcejeó con él, pero finalmente logró apoderarse de 76 euros y se dio a la fuga en motocicleta. Aproximadamente media hora después se digirió a la BP del Centro Comercial Granaita y cubierto con una máscara color negro conminó al empleado a que le entregara el dinero, concretamente 205 euros con los que logró huir. Se dirigió seguidamente al entorno de la calle Molino Nuevo y allí fue detenido por los agentes cuando salía de un portal.
Antes de su detención le dio tiempo a robar, en ese misma semana, en dos comercios más y dentro del edificio donde se hizo con la motocicleta con la que huía tras los asaltos.
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