El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana abrirá este viernes completamente al tráfico ambas calzadas de la Autovía del Mediterráneo A-7 entre los enlaces de Carchuna-Calahonda y de Castell de Ferro (Granada), que fueron cerradas por deslizamientos en un talud.
El pasado marzo se produjo un deslizamiento en el talud de la margen derecha de la autovía A-7 que sepultó bajo la tierra las dos calzadas, especialmente la de sentido Almería.
El talud quedó en una situación muy inestable, con importantes fracturas, por lo que era previsible que se produjeran nuevos desprendimientos sobre la autovía, ha informado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Debido a ello, se procedió al corte total de la autovía A-7 entre los enlaces de Calahonda-Carchuna y Castell de Ferro, y se desvió el tráfico por la carretera N-340.
Desde entonces se ha trabajado de forma ininterrumpida en la zona con objeto de asegurar la estabilidad del talud y así evitar que se produzcan nuevos desprendimientos sobre la autovía.
En paralelo, en la calzada izquierda (sentido Málaga), justo en el mismo punto kilométrico de la autovía A-7, se ha estado completando los trabajos de estabilización del talud existente, que sufrió importantes deslizamientos en abril de 2020.
A partir de mañana concluirán los trabajos principales en el talud de la calzada sentido Málaga, por lo que ambas calzadas quedarán plenamente operativas.
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