La Policía Nacional y la Guardia Civil, en una operación conjunta, han desmantelado en Madrid y Galicia una banda internacional dedicada al tráfico de heroína en vehículos "caleteados", es decir, manipulados para la instalación de compartimentos ocultos.
En total se han practicado 11 detenciones, nueve en A Coruña y dos en Madrid, y se han realizado ocho registros, en los que se han intervenido 13 kilos de heroína, pequeñas cantidades de otras sustancias estupefacientes, 57.000 euros en efectivo y diversos útiles para la manipulación de la droga, según han informado este viernes ambos cuerpos.
La investigación se inició a principios de año, cuando se detectó la presencia en A Coruña de un hombre que se dedicaba a la distribución de heroína, quien contaba con una amplia infraestructura para el transporte de grandes cantidades de la citada sustancia en Galicia.
El investigado contaba con la colaboración de otras personas que se dedicaban a distribuir la heroína por distintos puntos de la ciudad y su área metropolitana, así como con una mujer de avanzada edad que regentaba un punto de venta en el centro de la capital gallega.
Según constataron los agentes, la organización también disponía de transportistas que trasladaban la droga, directamente hasta Galicia o a través de Madrid, para lo que utilizaban diferentes vehículos con sofisticados sistemas de "caleteado" donde ocultaban la sustancia.
RADIOGRAFÍAS PARA DAR CON LA "CALETA"
Durante el mes de julio se detectó un transporte correspondiente a la organización, con destino en Galicia, en el que los agentes sospechaban que se podría estar distribuyendo heroína.
El Servicio de Vigilancia Aduanera, al que se le solicitó su colaboración, tuvo que utilizar medios radiológicos para, una vez interceptado el vehículo, localizar el lugar exacto donde se ocultaba la droga, una "caleta" que contenía 20 paquetes de heroína impregnados en resina con un peso total de 10 kilos.
La organización contaba con miembros encargados de facilitar tanto vehículos como documentación con los que tratar de pasar desapercibidos en A Coruña.
Por su parte, el responsable de la banda en Madrid tenía en vigor una orden de prohibición de entrada en territorio Schengen, por lo que en sus desplazamientos hacía uso de documentación falsa y se hacía pasar por perito judicial.
Una vez los investigadores constataron el papel que desempeñaba cada integrante de la organización, se desarrolló un dispositivo en el que se llevaron a cabo ocho registros, seis en A Coruña -cuatro en la capital, uno en Carballo y otro en Sada- y dos en Madrid.
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