Ciudadanos celebra sus 15 años con Albert Rivera ausente. Nada nuevo cara al sol. La épica del ausente invade toda la mística apologista de las derechas patrias desde la desaparición del simpar José Antonio. El pobre Ramón Rato, tutor de su hermano Rodrigo, en los primeros tiempos de la refundación de AP como PP, siempre tildaba a José María Aznar de joseantoniano. María Orozco, primera teniente de alcalde, único concejal ‘fetén’ de Cs en el consistorio jaenero, es modelo de virtud/rectitud en el discurso de sus jefes, una semana atrás, en el Santísima Trinidad de Baeza: Inés Arrimadas, Juan Marín y Miguel Moreno. Una y trina. De negro riguroso, Orozco, a lo Pilar Primo de Rivera, aún se dejaba fotografiar junto a incondicionales llegados de los pueblos. Luis Salvador, gomina joseantoniana impecable, hasta hace 7 días alcalde de Granada, uno de los fundadores de la cosa, se multiplicó por cero en apenas tres cuartos de hora. En tres lustros, todos calvos. La mentira es posverdad y la verdad se relativiza. Los agoreros, hijos de la gran puta, sentencian que Cs tiene ya menos futuro que la Falange.
Y si Jaén, de un tiempo a esta parte, sobre todo si profesas la fe en las plataformas ciudadanas –“No tomarás el nombre de Jaén en vano”-, es el norte que guía a una parte de la sociedad civil cada día más enrabiscada, la consumación de la remodelación de Gobierno que oficializó Pedro Sánchez, este sábado, bien podría parecer caída del cielo, divino castigo, puesto que los ministros que en mayor medida nos agraviaron, la han pagado con carretera y manta. Carmen Calvo, la vicepresidenta, primera en abanderar la otorgación de la dádiva de la base logística Colce a su querida Córdoba, abandona el Ejecutivo con el ansiado proyecto, que se ubicará en el polígono de la Rinconada –sin necesidad de expropiar y con 2026 como telón de fondo-, todavía en mantillas. El ministro de Transportes, otrora gurú de Ferraz, José Luis Ábalos, a quien el PSOE provinciano recurrió con carácter de urgencia al confirmarse la afrenta de febrero, buscando calor correligionario, carantoñas, promesas públicas e inversiones inmediatas en materia de infraestructuras -tramos no licitados de la A-32 y by-pass ferroviario hacia Madrid, mayormente-, también sale por la puerta de servicio. Quien invocara a Jaén, para aliviarnos, con medias verdades, puede darse por liquidado. Y no es porque el PSOE de Jaén influya más que antes en el entorno del presidente Sánchez.
Pero en el cuadro de mandos de Moncloa, fontanería a efectos prácticos, descuellan sobre los demás el flamante ministro de Presidencia, Félix Bolaños, hasta ayer secretario general de ese departamento, abogado del Banco de España, y tan sanchista de primera hora en 2017 como Óscar López, presidente de la red de Paradores, y sustituto de Iván Redondo como jefe de gabinete del presidente. Bolaños, el hombre tranquilo y discreto que soluciona problemas, “el afinador de Moncloa”, el que sacó a Franco del Valle de los Caídos, que enmendó internamente la plana a Redondo, Calvo y Ábalos, cuando pintaban bastos en el seno de la coalición con Unidas Podemos, sin afearles nada en público, se lleva muy bien con Adriana Lastra, la vicesecretaria general y portavoz en el Congreso, mentora de los jiennenses Felipe Sicilia y Laura Berja en la dirección del grupo parlamentario. “Cuando la guerra entre Redondo y la cúpula socialista ya no era ningún secreto, Bolaños dejó clara su sintonía con la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, con quien ha compartido ya varias veces escenario en actos del partido” (eldiario.es).
Finiquitada la reestructuración de carteras socialistas, Pedro Sánchez inaugurará un nuevo tiempo en el partido a partir del congreso federal de Valencia: 15 al 17 de octubre. Habrá que ver si la anunciada salida del número ‘3’, Ábalos se completa, asimismo, o no, con el cese de la número ‘2’, Lastra, y qué papel podrían jugar, a renglón seguido, el navarro Santos Cerdán, llamado a ser el relevo natural de Ábalos, con quien colabora estrechamente su paisana Adriana Maldonado, europarlamentaria, pareja del diputado jiennense Juan Francisco Serrano, aventajado delfín reyista. El factor Adriana o la importancia de llamarse Adriana. La ascendencia del dúo Bolaños-Lastra podría catapultar a Felipe Sicilia en el nuevo staff. Espadas en alto. Tan elevados designios como la que aguarda a la dirigencia comprovinciana que acompañe a Juan Espadas en la dirección regional del PSOE desde el 23 de julio. La sincronía que permita lampedusianamente a Paco Reyes seguir reconociéndose, de puertas adentro, como padrecito de la criatura, justo ahí donde algún coordinador comarcal dejaba caer, el otro día, en Ifeja, su propensión al gatopardismo bisbiseando a quien le quiso escuchar que “hay que dar un pequeño susto a Paco, Jacinto y cía. en el congreso provincial para cambiarlo casi todo sin que cambie casi nada”.
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