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Votar, votar, votar y volver a votar

Votar, votar, votar y volver a votar. Votar, votar, votar, para, de una vez por todas, desbloquear, desalambrar. Desafección y hartazgo por mor del bloqueo...

Publicado: 11/11/2019 ·
01:38
· Actualizado: 11/11/2019 · 01:38
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Autor

Manuel Expósito

Director general de Gestión de Medios Jiennenses

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El blog Expositor se centra en la crónica política de la semana en Jaén y provincia

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Votar, votar, votar y volver a votar. Votar, votar, votar, para, de una vez por todas, desbloquear, desalambrar. Desafección y hartazgo por mor del bloqueo parlamentario. Y del gozo perseguido por Pedro Sánchez, tras cuatro convocatorias de elecciones generales en cuatro años, al pozo de una nueva configuración parlamentaria aún más compleja que la anterior. Llegada era la hora, ayer, pues, de afanarse en desalambrar, a golpe de sufragio, libre y democrático, frente a los fantasmas del pasado: el más lejano por rancio, el más cercano por improductivo. Frío moderado que retrajo a los menos convencidos en la utilidad de su voto. El miedo al abstencionismo embargaba a las izquierdas en las horas previas, en tanto la esperanza en la vuelta de las banderas victoriosas al Congreso y al Senado insuflaba renovados ánimos a dos de las tres formaciones de la derecha. A la diestra siempre suman, en cambio a la siniestra acostumbran a restarse y neutralizarse. Volver a empezar era la clave sanchista del ’10-N’, reescribiendo sobre los renglones torcidos del ‘28-A’ un discurso de investidura y gobernabilidad. Lo importante, a priori, era remarcar la legitimidad constitucional de todas las opciones políticas concurrentes para no caer en vetos y cercos profilácticos. El trasnochado recicló su nostalgia preconstitucional, aceptando a regañadientes las reglas del juego democrático, sumándose a un pluralismo político donde, incluso a pesar de él, no sobraría nadie. No era más que un brindis al sol, o la diferencia entre estar dentro de la ley y asumir de buen grado el espíritu de concordia de la Constitución de 1.978. El bipartidismo restañaría sus heridas este ’10-N’, a decir de la mayoría de encuestas, pero ni siquiera llegaron a aglutinar el cincuenta por ciento de los votos. El avance de participación de las 2 de la tarde confirmaba el enfriamiento generalizado de la masa electoral con un descenso de participación a esa hora de unos tres puntos y medio porcentuales en el conjunto estatal, tres puntos en el autonómico y menos de un punto tan sólo en el ámbito provincial. A la postre, entre dos puntos y dos puntos y medio de bajada, Jaén incluida, por más que en la provincia la asistencia a las urnas vuelva a superar el promedio nacional y regional.

Primera conclusión capital del ’10-N’: la convocatoria electoral no surtió el efecto pretendido por el PSOE de Pedro Sánchez porque perdió tres diputados al Congreso y la mayoría absoluta al Senado, al tiempo que el PP cargó pilas con veintidós diputados más y Vox duplicó sobradamente las actas obtenidas en la cámara baja el ’28-A’, arrebatando la tercera posición a Ciudadanos, que sufre el mayor batacazo de  estos comicios. Una tendencia ligerísimamente mejorada por el PSOE-A, que en lugar de perder subió un escaño, pese a palmar ciento cincuenta mil votos. Moreno Bonilla salva la cara con cuatro diputados, tres puntos porcentuales y ochenta y cinco mil votos más, en tanto su colaborador necesario, Vox, dobla su número de escaños en Andalucía. Las mejoras de estos tres en la comunidad autónoma se hacen a costa de un partido naranja en caída libre.

La sangría sufrida por el partido de Albert Rivera se materializa en la pérdida de la parlamentaria electa hace seis meses por la circunscripción electoral de Jaén, Marian Adán, ojito derecho de Miguel Moreno, director de una campaña laboriosa aunque tan  a contracorriente que sólo pudo quedar tercero en su pueblo, Porcuna, en empate técnico con el segundo, el PP. Vox, la derecha viva, la ultraderecha ultramontana, que ni debate ni se enfanga en urgencias estrictamente provincianas, rompió todos los pronósticos. Erigido en tercera fuerza provincial, a sólo diez mil votos del PP y menos de tres puntos porcentuales, promueve al Congreso al ex presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, y en la ciudad de Jaén se queda a apenas tres mil votos de los populares y a cinco mil ochocientos de los socialistas. Los de Abascal vencen en uno de los municipios con mayor inmigración temporera por mor de la recolección de la aceituna: Villanueva del Arzobispo. Juan Diego Requena revalida el acta con que se hizo hace medio año la segunda ahora de su candidatura, María Luisa del Moral. Poca cosa para ahuyentar el runrún de quienes quieren mandarle a Madrid a costa de la presidencia provincial del partido. La izquierda a la izquierda del PSOE, Unidas Podemos, por su parte, con una lista electoral sin militantes de IU se deja otros cinco mil votos con respecto al ’28-A’ para ocupar una estéril cuarto posición.

La foto fija del bloqueo, con todo, se relativiza si la recuperación en las urnas del PP de Pablo Casado se traslada, en clave optimista ‘FMI’ de estabilidad, al envite de la investidura en forma de abstención. Todo es más fácil con una sonrisa. Todo sea antes de una nueva repetición electoral. Votar, votar, votar y volver a votar.

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