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Ni vencedores ni vencidos

Luna servil de julio, eclipse de luna. Los camaradas se baten en retirada allá donde el sol exterminador de Franco y sus conmilitones, aniquila, sin...

Publicado: 08/07/2018 ·
23:21
· Actualizado: 08/07/2018 · 23:21
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Autor

Manuel Expósito

Director general de Gestión de Medios Jiennenses

Expositor

El blog Expositor se centra en la crónica política de la semana en Jaén y provincia

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Luna servil de julio, eclipse de luna. Los camaradas se baten en retirada allá donde el sol exterminador de Franco y sus conmilitones, aniquila, sin contemplaciones, a la especie. En similar tono narrativo de reprobación/repugnancia, en la retaguardia de los pueblos de Jaén, cuadrillas de desalmados, ocasionalmente descontrolados, cada noche de los estertores de julio del 36, luna de sangre, privaban del más elemental juicio sumarísimo a presuntos colaboradores económicos del alzamiento militar. Sólo con la presunción se justificaba el paseíllo. El fin de la guerra, la victoria de la sedición, principió una era de terrorífico martirologio de la Jaén derrotada, ya fuera acorralada en la propia casa-madriguera o en una covacha del maquis, entre peñascos. El déjà vu de luna de sangre de cada julio. La iconología que perdura desde entonces en lugares tan públicos como el santuario de la más concurrida romería mariana de la Andalucía de interior, el erigido en honor a la Virgen de la Cabeza de Andújar, resulta una mixtificación franquista/revanchista del tipo del tan traído y llevado últimamente Valle de los Caídos (por Dios y por España). Pero el packaging ideológico del Santuario, con enterramientos ilustrísimos y otros muertos anónimos de muy tercera fila conformando un mausoleo nacionalcatolicista de primerísimo orden, no debiera escapar al mantra con que el nuevo Ejecutivo pretende impulsar la verosimilitud de una definitiva aplicación -suaviter in modo, fortier in re- de la Ley de Memoria Histórica. Siempre pensé que la mejor dosis de memoria democrática que este país podía administrarse, hoy, 80 años después, sería una desmemoria generalizada, pactada, no impostada, resultado del alivio compartido por haber sabido enterrar, a la par, todas las hachas de guerra, todos los muertos en sus sepulturas, igualando -como hace la Parca- a gañanes y señores, a caudillos y gregarios, a salvapatrias envueltos en banderas y vendedores de humo del paraíso en la tierra. El anacrónico ‘El Santuario no se rinde’, que aún hoy se puede contemplar, en suma, tendría que fundirse cuanto antes en negro, negro de luto absoluto. Y en paz. Sin vencedores y vencidos. 

PP. La primera vuelta de las primarias del PP tuvo una ganadora indiscutible –1.600 votos de diferencia-, Soraya Sáenz de Santamaría, aunque con apenas 3 puntos de diferencia en relación al segundo en liza, Pablo Casado. Los dos pasan el corte para jugársela en el Congreso Extraordinario del 20 y 21 de julio. Ahí, así, mismas normas, decidirán los compromisarios, podría repetirse la paradoja del año pasado en el PP de Jaén: que el que se imponga en primarias no acabe presidiendo el partido, es decir, que prevalezca la política de salón, como sucediera en el PSOE de 2000 cuando los guerristas permitieron a Zapatero vencer pírricamente a Bono. En tanto en cuanto se resuelve el proceso (¿Imaginan ya un futuro encuentro de Albert Rivera y Pablo Casado en los cursos de verano de FAES, bajo el interesado patrocinio de José María Aznar, siquiera fuera bosquejando una gran coalición de la derecha-centro derecha española?), el análisis riguroso de los resultados del 5-J en la provincia (Cospedal, 337; Soraya, 274; Casado, 155), permite colegir que Fernández de Moya ganó amargamente, pues cuanto la suma de sorayistas y casadistas supera en casi un centenar a los  cospedalianos. De Moya, público defensor de María Dolores, resucita con su apuesta el fiasco del 27 de abril de 2017 cuando el crítico Miguel Moreno vapuleó en primarias a su protegido, Juan Diego Requena, por casi 13 puntos de diferencia. En esta nueva reválida, el demoyismo ha vuelto a perder en términos absolutos en una votación directa de los afiliados. Si los otros son más que los nuestros... José Enrique, bien es cierto, vuelve a ser el triunfador relativo, pero su influjo provincial ya no alcanza, ni de lejos, la mitad más uno. Le salvan, no obstante, las dos principales ciudades, Jaén y Linares. En la capital, donde el alcalde Márquez se alineó con Casado: Cospedal, 107; Soraya, 59; Casado, 37. De Moya y Puche, paso cambiado, apostaron a  caballo perdedor. El presidente provincial, Requena, todavía inexperto en estos enjuagues, se mantuvo cautelosamente neutro a sugerencia de una regional que ve reforzado el liderazgo del sorayista Juanma Moreno. Juan Diego, como el resto de notables aspirantes, José Enrique incluido, confía en ocupar puesto de salida en la candidatura al Parlamento de Andalucía. Última fecha que escupen los mentideros sobre el adelanto electoral: 28 de octubre. Alejados de ese mundanal ruido de sables, los 5 alcaldes que se fueron al limbo de la no adscripción, camino de Cs, sopesan lo que puede cambiar la vida política en un año. Ni vencedores ni vencidos.

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