A la tercera, miento la bicha. 14 de abril. ¿Tercera República? Bombardeo aliado en Siria. ¿Tercera Guerra Mundial? A vueltas con la influencia en la seguridad colectiva de la amenaza del Kremlin y el retorno a la Guerra Fría, mientras la población civil –pobres niños de la guerra-, traumatizada, se sigue desangrando ante la cínica mirada compasiva de Oriente y Occidente. Malditos hijos de perra. Los rusos, asidos a su peor leyenda negra, malvada y terrorífica, de la KGB al oro de Moscú, del zar a la URSS, de Rasputin a Putin, asaltaban el comienzo de nuestra paz fin de semana con el anuncio de represalias. Dios nos coge confesados: sabemos a ciencia cierta que estamos de parte de los buenos. Habituados a pasar página cada 14 de Abril sin enterrar dignamente aún a nuestros muertos, hastiados de asistir casi en directo a peripatéticas tensiones entre reinas-consortes, suegra y nuera, a raíz de la inoportunidad de unas fotos de la abuela con sus nietas, en tanto el cuñadísimo -y condenadísimo- Urdangarin permanece en la calle, la III República, cada día del siglo XXI que pasa, más que un sueño lejano es una necesidad imperiosa si queremos llevar nuestras entendederas, de veras -vamos tarde-, cuestión de higiene mental democrática, a la razón pura.
Mariano Rajoy, escudado en una intensa agenda, se quita la presión interna por el acoso en las encuestas de Ciudadanos, la moción de censura a la pseudomasterizada presidenta madrileña Cifuentes y su incapacidad para cerrar el acuerdo de los PGE 2018 con el PNV, ganando tiempo en Zamora, divagando una hora en torno a la variedad demográfica y la despoblación, comprometiéndose a duplicar la tarifa plana a los emprendedores rurales autónomos, así como a dar la batalla europea en el reparto de los renovados recursos de la PAC y de los fondos de cohesión. También Jaén -mismos miedos y carencias- habría sido un buen marco, aunque tampoco le habríamos creído. A esta altura de las legislaturas, las promesas suelen ser casi siempre mentira. En menos de 14 meses se celebrarán, sucesivamente, elecciones andaluzas, europeas, municipales y, seguramente, generales. Es tiempo, pues, de mentiras. Fernández de Moya, un especialista, que alardeaba hace poco, ‘in situ’, de los 3,2 millones de euros que los PGE destinarán al Parador de Jaén cuando la sociedad estatal llevará a cabo la actuación con fondos propios, quita hierro al ultimátum de Hacienda a los 13 ayuntamientos más morosos de España, ranking que encabeza el de Jaén, prometiendo flexibilidad en los plazos. El consistorio capitalino tarda 540 días en pagar a proveedores. José Enrique, irreductible e insufrible a partes iguales, huyendo de la autocrítica de su etapa de alcalde, atribuía la culpa mayor de la desmesurada deuda a los cuatro años de gobierno de PSOE e IU. Soniquete. Por cierto, para que luego diga que son amigos, el acto fue otra oportunidad perdida de hacerse fotografiar con quien ya es alcaldable proclamado del PP.
Paco Reyes, entre conciertos del espléndido ‘60º Concurso Jaén de Piano’, orgulloso de sus discípulos, tuvo tiempo de reunir a cuatro alcaldes de pueblo grande que dieron con la tecla del poder y de la compatibilidad de cargos –acaban de revalidar las secretarías generales de sus agrupaciones locales-: Paco Huertas, Andújar; Toni Olivares, Úbeda; Víctor Torres, Martos; y Carlos Hinojosa, Alcalá. Tres ojitos derechos y uno izquierdo. El candidato Javier Márquez, en su papel, convencido de que el rival a batir serán los Ciudadanos de María Cantos, criticaba que los naranjas apuesten ahora por situar la estación intermodal en pleno centro urbano, acusándoles de carecer de ideología. Lo hacía cuando Vicente Castillo, responsable nacional de Implantación de Cs, completaba una sustanciosa estancia de dos días en la provincia. Priman los fichajes. Dos alcaldes, los de Arjonilla y Jabalquinto, el andalucista Miguel Ángel Carmona y el independiente –ex PSOE- Pedro López, se dejan querer. Don Ciudadano, con criterios selectivos más propios de una empresa que de un partido político –“Se necesitan aspirantes cualificados. Absténganse arribistas iletrados”- pide currículos fiables de posibles candidatos. 70 municipios, en principio, el objetivo. Afiliados todavía del PP, mayormente, además de arrepentidos de otras procedencias. Bajo la supervisión del lugarteniente Castillo –uno de los pioneros del sanedrín españolista catalán que constituyó Rivera, Agustín, dios padre todopoderoso y eterno, en la trastienda de su bazar de electrodomésticos-, la expansión de Cs en el medio rural jienense es cosa del alcalde de Porcuna, Miguel Moreno. Vísteme despacio, cuñao, que tengo prisa. O sea. A la de tres.
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