Expositor

Bailar (casi) pegados

Viejos y mujeres. Qué alegría. Unos y otras, casi pegados, aunque bailando por su cuenta. No había más que verlos, prestos y estoicas, vello erizado, hace...

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Viejos y mujeres. Qué alegría. Unos y otras, casi pegados, aunque bailando por su cuenta. No había más que verlos, prestos y estoicas, vello erizado, hace tan solo unos días. Mujeres y viejos, a boca llena, a voz en grito, dándole al sistema lecciones, las más poderosas razones, en plena calle, donde se gestan los vuelcos sociales. No necesitaron partido político alguno para convocarlas. La magnitud/excelsitud de las manifestaciones femeninas/feministas en pro de la igualdad sorprendieron tanto como las que vienen desarrollando los jubilados ante la subida “de mierda” aplicada a sus pensiones, el 0’25 por ciento. Por el río abajo centellean ya las primeras luces de una noche que se presume larga. ¿Quién, y cómo, las garantizará? La tremebunda duda asiste el miércoles en el Congreso a una cita tan esperada como insípida: Mariano Rajoy comparecerá, a petición de la oposición, empujado por el eco de la protesta, a informar de los planes del Gobierno sobre el futuro de las pensiones, pero sin permitir la votación de resoluciones. El plan es que no haya plan. El presidente se limitará a asentar su discurso en las renuentes divagaciones con que se despacha su secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos: “¿De qué nos sirvió vincular las pensiones al IPC si cuando llegaron los momentos complicados no se pudo respetar?” No habrá actualización con la inflación. El paisano Cristóbal Montoro prefiere asociar la subida de las pensiones al crecimiento económico. Hucha volátil. La batalla, a la postre, deberá dirimirse en la comisión del Pacto de Toledo, cuya recomendación número dos sí asocia el dato de la inflación a la revaloración de unas pensiones que pierdan poder adquisitivo. ¿Otro principio básico revisable? El PP se la juega en el hogar del pensionista.

Menos mal que después de tan nefando miércoles de dimes y diretes sobre el pan nuestro de pasado mañana, emergerá el jueves glorioso del izado de la bandera de todos los jienenses en la explanada de Diputación, preludiando los fastos conmemorativos del Día de la Provincia, idus de marzo, con solemne ceremonia de entrega de premios y edición subsiguiente de la ya imprescindible Feria de los Pueblos. No conozco mejor antídoto contra el mal de amores propios. El viernes, inmersos en esa ola de provincianismo buenorro, institucionalizado y sublimado hasta el himno y la bandera, arropada de abundante tropa de alcaldes y cargos intermedios, abrumada por el detallismo y la obsequiosidad crecientes de su inseparable Paco Reyes, se asomará a Jaén, bailar (casi) pegados, genio y figura, la lideresa andaluza, Susana Díaz, a cantarnos las cuarenta, las verdades del barquero, Sanidad, Educación y Juan y Medio, sin desmerecer el elogio a una buena ITI que esté por llegar. Susana está que se sale, en modo ‘campaña permanente’. Aserejé.  Entretanto, en Antequera, ayer, convención de alcaldables del PP-A de ciudades de 20.000 a 100.000 habitantes. A Juanma Moreno, habituado a que le crezcan los enanos, ahora le atropellan también los plazos. Mariano Rajoy intervendrá en un acto en Marbella el próximo sábado, pórtico de la convención nacional que el PP va a celebrar en Sevilla principiando abril. El reto pasa por presentar a todos los alcaldables de capitales este sábado. Deprisa y corriendo, la dirección sanclementina aceleró las nominaciones de la linarense Ángeles Isac y del andujareño Jesús Estrella, con tal de llevar a Antequera algo más que signos de interrogación. ¿Jaén capital? Javier Márquez, dispuestísimo. Pero, ¿qué pasará en Úbeda, Martos, La Carolina, Baeza, Porcuna…? Raquel Morales y Miguel Moreno se dejan fotografiar juntos, bailar (casi) pegados, sosteniendo la pancarta de la equiparación salarial policial. Ciudadanos dispara su afiliación rural en los últimos seis meses: el 60 por ciento en Jaén. El tercer mayor incremento del país. Ya son más de 157.000 en el conjunto estatal. La prioridad naranja, Despeñaperros abajo, romper la barrera del mundo rural, se está logrando. Comoquiera que salen voluntarios a candidatos en casi todas partes, será cuestión de seleccionar bien. Cuando una opción política está de moda, la maquinaria preelectoral resulta siempre arrolladora, captando para la causa a gentes muy diversas. La intuición del jugador de cartas ha vuelto a ser la mejor consejera del alcalde de Porcuna. ¿Imaginan la reedición del duelo J.D. Requena vs. Miguel Moreno, esta vez al Parlamento? En el PP, cuentan, Paco Palacios estaría en disposición de discutir el tercer puesto a J.A. Miranda. Las fechas mandan. Susana solo adelantaría las elecciones andaluzas en el supuesto de que Rajoy decidiera anticipar las generales, sobre todo para que no se confundieran sus churras con las merinas de Pedro Sánchez. ¿Bailar (casi) pegados? Ni de lejos.

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