La pandemia nos ha hecho cambiar a todos. Hemos visto modificadas nuestras rutinas, nuestros momentos de ocio y hasta nuestra forma de trabajar.
Con la llegada de la covid-19 hemos tenido que reinventarnos, mayores y niños. Y en todos los ámbitos. En el educativo, también. Docentes y alumnos llevan casi nueve meses en clase, con mascarilla, sin contacto físico y con las ventanas abiertas.
Ahora, más que nunca, se intentan hacer actividades fuera de las aulas. Por eso, en el colegio Isdabe del Mar, en Estepona, han puesto en marcha un proyecto que entusiasma tanto a los maestros del centro como a los 500 estudiantes que pueden disfrutar de un huerto escolar.
Se ha instalado en una zona de la parte trasera del centro que estaba desaprovechada, “un espacio q estaba dando problemas porque solo había matorrales y bichos”, explica Ester de Prado, docente del colegio y ahora se ha convertido en el lugar más deseado para todos.
“Es un espacio muy positivo por varias razones”, indica el director, Pedro González. Ante la covid favorece la posibilidad de “dar clases al aire libre y fomentar el ámbito científico, especialmente en las niñas. “ los alumnos les permite tener contacto con la tierra, algo que que difícilmente tienen hoy en día, les encanta el cuidado del medio ambiente y lo mezclamos todo en este espacio”.
Y es que es más que un huerto escolar. Los niños siembran y cuidan las plantas. Hay ya flores, tomates cherry, pimientos, fresas, un bancal con hierbas aromáticas, plantas enredaderas, tomates grandes y sandías. Pero, asimismo, se utiliza en clases de Matemáticas, por ejemplo, “miden el huerto”, nos cuenta Ester de Prado, que nos explica que también se han comprado microscopios y lupas para poder observar los insectos.
Para los estudiantes, de Infantil a sexto de Primaria, “es un aliciente” para ir al cole cada día, asegura González. El director aprovechó una partida de la Junta de Andalucía enmarcada en el Proyecto Aldea para convertir un espacio de 100 metros cuadrados en este huerto escolar que tanto les está aportando.
Ya está desarrollado al 70% y se seguirá trabajando en este huerto, también de cara al próximo curso, cuando en los centros educativos ya se ha anunciado que seguirán vigentes las medidas contra la pandemia ya que los pequeños no estarán aún vacunados. El director del CEIP Isdabe del Mar reconoce que ha sido un curso “súper complicado y sigue siéndolo. No podemos bajar la guardia con 500 niños que hay en el centro. Estamos sobrepasados de alumnado, hay una gran masificación y supone un importante esfuerzo organizativo”. Por ello, este huerto escolar, permite respirar.
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