Andan las plantas nobles y las redacciones de los medios de comunicación preguntándose casi a diario si informar de todo lo que diga o pida Vox debe ser considerado noticia o es directamente contribuir a su estrategia permanente de provocación sobre la que se sustenta su campaña electoral. Después de pensarlo mucho, analizar un buen número de opiniones y escuchar no pocos reproches del PP y de Cs por darle altavoz permanente a cualquier ocurrencia o barbaridad del partido de Abascal, me gustaría compartir varias consideraciones que pueden estar equivocadas, pero que no se apoyan en ningún ejercicio de corporativismo.
La prensa tiene la obligación de informar sobre las propuestas de los partidos, fundamentalmente de las formaciones con representación parlamentaria o con proyección demoscópica, y para desmontar o ratificar las falsedades o verdades en las que se sustentan sus mensajes. Ni los medios ni los periodistas estamos en campaña. En campaña están los partidos y los políticos. Los periodistas informan de la campaña, pero no se presentan a las elecciones. Así que no nos pueden acusar de hacerle gratuitamente la campaña a Vox.
Es una obviedad que este partido de ultraderecha lleva demasiadas semanas marcando la agenda y los debates del país y de Andalucía, pero no por culpa de los medios, sino por el resto de partidos que le han cedido a Abascal, Ortega Smith, Serrano y Hernández la iniciativa política y mediática.La responsabilidad del PP y Cs es, en distinto grado, por blanquear, asumir algunos mensajes o ponerse de perfil ante Vox porque podría ser un socio necesario tras el 28 de abril y porque ya lo es para aprobar los presupuestos del nuevo Gobierno andaluz.
La izquierda no se libra de un correctivo necesario. PSOE y las confluencias de Podemos e IU hacen bien en saltar como un resorte ante la violación intolerable de límites democráticos, constitucionales y humanitarios que creíamos intocables. Ahora bien, recuerdo, cada vez que se señala a los medios como cómplices de Vox, la autocrítica que en ‘Acento Andaluz’ de 7 Tv Andalucía hizo hace dos meses el portavoz de Adelante Andalucía y líder de IU, Antonio Maíllo:
“Yo no quiero una izquierda que se escandalice, sino que escandalice. No una izquierda irracional que esté como pollo sin cabeza reaccionado ante todolo que diga Vox, sino una izquierda que sacuda las conciencias y plantee un proyecto de sociedad sobre las principales preocupaciones de los ciudadanos”.
Conclusión: Pónganse los partidos manos a la obra. Hagan propuestas o promesas sobre educación, sanidad, empleo, dependencia, etcétera… y seguro que los medios dejaremos de hablar tanto de pistolas, taxis en el Estrecho, buscadores de huesos o denuncias falsas de feminazis.
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