El trigo, San Isidro y los patrones

La entrada en el escenario local de San Isidro Labrador no fue labor fácil, al tener que competir en el calendario festivo con San Juan Bautista que gran parte de la población, sin fundamento histórico, lo asocian al Patronazgo de la Villa, por la coincidencia de las fechas de las Fiestas...

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Vistas y vividas las Fiestas de San Isidro (Patrón de Estepona), mi estado de ánimo me ha permitido esbozar este breve trabajo incardinando la figura del santo Campesino en el contexto local de la Villa, de antes y de ahora.    
    La aparición en nuestra tierra de los diversos patronos, no es más que una reminiscencia tardía del medievo que se impone a medida que los cristianos expulsan del territorio a los árabes,  surgiendo  variadas advocaciones que la principia  Nuestra Sra. de los Remedios, al mismo tiempo que se edifica la Fortaleza, y se erige en su honor la Parroquia de su mismo nombre. Esta advocación que la Municipalidad la proclama como  Patrona de la Villa a partir de 1729, se mantiene oficialmente hasta 1948.

    Con la llegada de la Tercera Orden Regular Franciscana en 1710, y la posterior Erección del Convento de la Purísima Concepción, ésta Orden Religiosa  fomenta el cultivo a la devoción de la Virgen del Rosario, Patrona de la Orden, existiendo varios acuerdos municipales que también la reconoce como Patrona de la Villa, introduciendo simultáneamente la Exaltación de la Cruz (3 de Mayo), representada plásticamente por el Crucificado (Santo Cristo de la Veracruz), propagándose en corto espacio de tiempo como las fiestas más populares,  destacándose su parte festiva religiosa y  lúdica, con procesión Matinal Vespertina, Cruces, Bailes Rifas etc., sin que dicha advocación tuviese relación alguna con los actos litúrgicos propios de la Semana Santa.    
    A la promulgación de la Ley de Desamortización de Mendizabal (1835) y el consiguiente abandono de los religiosos franciscanos de la población, las  fiestas exteriores del Santo Cristo de la Veracruz, entra en un prolongado declive, hasta la venida del Presbítero Don José Rodríguez Cárdenas en 1905, instituyéndose a partir de entonces las bases del futuro Sindicato Agrícola, cuya oficialidad fue reconocida por Orden de 7 de Enero de 1921, asumiendo la imagen del Crucificado el patronazgo de la reducida elite campesina (Hacendados y Colonos) sociedad que voluntariamente fenece con la proclamación de la II República Española, gestándose a partir de entonces el embrión de la actual Cooperativa Agrícola, que tras el golpe Militar del 18 de Julio de  1936, se gestiona por medio de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos.

    En 1932, desvinculado a efectos prácticos el gremio campesino del Sto. Cristo de la Veracruz, se constituye en Hermandad limitándose sus funciones a los actos religiosos de Quinario, Rifa y procesión Claustral dentro del templo.      

    Quemada la imagen de Ntra. Sra. de los Remedios en los vandálicos sucesos de 1936 y no respuesta la misma, tras el final de la Guerra Civil, este hueco de Patronazgo más pronto que tarde, facilitará la asunción del mismo por la Virgen del Carmen.                         El Gremio de Mareantes, así lo cita varias actas capitulares, tuvo varias advocaciones gremialistas, citándose la de mayor implantación y popularidad, que entra en la Villa, de la mano de la Ayudantía Militar de Marina, tras ser proclamada la Virgen del Carmen el 19 de Abril de 1901 (Patrona de la Marina de Guerra)  cuyo patronazgo se amplia posteriormente a los hombres del Mar: Pesca y Cabotaje, culminando en plenitud su presencia activa en la población  con la creación de la Hermandad de su mismo nombre y la proclamación como Patrona  por Decreto Canónico del Obispo de la Diócesis de 23 de Octubre de 1990.

    La entrada en el escenario local de San Isidro Labrador, no fue labor fácil al tener que competir en el calendario festivo con San Juan Bautista, que gran parte de la población sin fundamento histórico lo asocian al Patronazgo de la Villa, por mor de la coincidencia de la Feria y Fiestas anuales y, el recuerdo reciente de la vinculación del Sto. Cristo de la Veracruz con el gremio campesino.    

    Los antecedentes más lejanos con referencia a San Isidro Labrador en la Villa se remonta a una Eucaristía celebrada en su honor el 17 de Mayo de 1948, y posterior invitación a los rectores de la Cooperativa Agrícola y Hermandad de Labradores y Ganaderos, encontrándose entre otros el Presbítero Don Manuel Sánchez Ariza, que junto con Don José Nadal Guerrero, ambos puntales decisivos alrededor del Sto. Cristo de la Veracruz, con astucia y sin alboroto consiguen la total desvinculación del gremio Campesino con el Crucificado, facilitando de forma sencilla la llegada del santo madrileño a la población.         De ello han transcurridos 61 años, con sus más y menos, donde el sainete de la Ermita del Calvario, forma parte consustancial de la propia historia de santo Campesino,  adquiriendo sus fiestas  carta de naturaleza de expresión popular,  de la mano de la Hermandad de Labradores y Ganaderos, en la medianía de la década de 1960, consiguiendo la declaración de Fiesta local el 15 de Mayo de 1968, cuya tutela es ejercida  posteriormente por  la Cámara Agraria Local  creada por Real Decreto 1336/1977  de 2 de Junio,  donando ésta  todo su patrimonio de infraestructura, mobiliario   y enseres adscritos a San Isidro Labrador, a la Asociación Privada de Fieles, que en el seno de la Parroquia de San José se constituye el 24 de Enero de 1986, colectivo que años después se transforma en Hermandad.             Intencionadamente he dejado para cerrar este trabajo el tema del Trigo. Que el trigo es un cereal, fuente de vida; es tan evidente  y conocido que no necesita añadir ningún adorno complementario. Que el trigo forma parte inherente  de la Biblia y de la cultura cristiana del nuevo Testamento, es algo que cualquier católico con mediana instrucción conoce.       

                El trigo es  por excelencia la ofrenda que nuestro Patrón recibe en miles de ciudades, pueblos y aldeas, y con referencia a Estepona, sus tres imágenes en el transcurso de los tiempos se pasearon por nuestras calles y plazas, recibiendo acorde con el tiempo de post guerra, el regalo bendito de este cereal, arrojado por el vecindario a sus pies desde  ventanas y balcones.  Como anécdota recordar el gesto de una anciana que al paso del santo por calle Lozano le arrojó cuanto poseía, un puñado de maíz, sin olvidar los dos kioscos de Chucherías del Paseíllo, que al paso de  nuestro noble Patrón portado en sencillas andas, recibían el único producto que ellas vendían, un puñado de caramelos.

    No eran tiempos de arrojar flores, y muy escasamente y a cuentagotas  las recibía el Santísimo en la festividad del Corpus Christi, el único que podía optar a este despilfarro. Muchos años después en época de las vacas gordas, las flores se popularizan, muy especialmente en los desfiles de las vírgenes, aunque flores y trigo,  ambos productos del campo son del agrado de San Isidro.     El tema del trigo ha tenido su parte de "guasa" en el desfile Procesional de San Isidro 2009,  donde un joven que dijo pertenecer a la Hermandad, apuesto y decidido con dotes de mando en plaza,  intentó en vano  impedir que el Santo parase a la altura del Altar del Chozo "Los Verdiales" con el ridículo pretexto de que el trigo daña a la Imagen, esa misma escultura  que fue adquirida por la Cámara Agraria Local  mediante suscripción popular financiada exclusivamente por la familia campesina de la Villa y,  bendecida el 14 de Mayo de 1984.

    A San Isidro no le asusta el trigo: "Nunca es mal año por mucho trigo" Su miedo está en los cableados, esos elementos que hace dos años le arrancaron sus pies de la peana y, tuvo que hacer el recorrido amarrado con sogas de reatas, como un vulgar malhechor. ¿Dónde estaba el citado joven ese día para evitarlo?.

    El San Isidro popular, del pueblo, de 2009, es agua pasada. Lo que importa desde ahora mismo, es que en el futuro su lugar no sea cubierto por otras santidades locales representativas de San Carnaval, San Especulación, San Pelotazo  ó cualesquiera Santa Astapa. El procurar que esto no ocurra, es tarea de nuestra Hermandad, del Párroco de turno de San José, y muy especialmente del Pueblo de Estepona.

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