La saeta en Jerez: una contemporánea tradición

Publicado: 26/03/2022
Las peñas flamencas, hermandades e instituciones públicas y académicas favorecen la continuidad de la saeta por seguiriyas y la ebullición de nuevas voces
Cuenta Antonio Flores ‘El Uño’, hijo del reconocido saetero jerezano José ‘Cascales’, que su padre llevaba “un trozo de bacalao en el bolsillo de su chaqueta cuando iba a cantar una saeta desde cualquier balcón para que la voz le sonara como a él le gustaba”. Incluso en más de una ocasión “se comía un alcaucil crudo una hora antes” de interpretarla, “aunque se le pusiera la boca negra”. El mismo José compartía a veces los premios con Diego Rubichi, y viceversa, en un acuerdo previo a la celebración de la final del Concurso Nacional de Saetas de la Peña Buena Gente que cumple en 2022 su cuadragésima tercera edición. De esta manera, ninguno se veía perjudicado por el premio del contrario.

A Juan Romero Pantoja ‘El Guapo’, capitán general de la saeta, no le podía faltar su pañuelo blanco en la mano, en la derecha habitualmente. No hay que pasar por alto la importancia de la copa de vino antes de cantar, de un buche, que se marcaban algunos saeteros justo antes de entonar, o el “silencio previo” al momento crucial de alzar la vozque necesitaba Diego Rubichi a modo de ritual, según su hijo José.

De aquellos años en los que La Paquera, Manuel Moneo, José ‘El Mono’, Curro de la Morena o Manuel Carpio ‘El Garbanzo’ sellaban sonoramente con marca gitana la Semana Santa de Jerez quedan muchos recuerdos, aunque la nostalgia suele jugar una mala pasada porque se entiende que esa manera de expresar la saeta tenía una carga tan firme de singularidad y gitanería que difícilmente pueda darse de nuevo. Más acuciante es la añoranza si se trata de nombres de principio de siglo XX como Manuel Torre, La Serrana, El Gloria o Isabelita de Jerez

Visión, ésta, que suele asumirse sin tener en cuenta las grandes voces que siguen aflorando en Jerez y que cada mes de marzo o de abril llevan la oración flamenca al compás de la seguiriya ante las imágenes devocionales. Abarcar el universo de la saeta en un artículo de esta extensión no es tarea fácil, ni tampoco se pretende. Sí es justo señalar como referencia el libro La saeta. Su origen flamenco’ (Almuzara), de Juan Salido Freyre. El autor hace un exhaustivo y riguroso recorrido por este estilo: orígenes, sus distintas variantes según territorios, nombres propios, diferentes épocas…

¿Qué joven saetero puede comerse un alcaucil antes de cantar hoy día? Se entiende que ninguno, pues la educación de hace décadas no es la misma que la de la actualidad y los rituales son menos excéntricos que los de entonces. También se ha comentado en innumerables ocasiones que Manuel Agujetas, otro extraordinario saetero, se tomaba un vaso de leche para tener el metal de voz propicio y llevarse horas cantando.

Lo que sí está claro es que Jerez sigue contando con una actividad importante en torno a la saeta gracias a las peñas flamencas, algunas hermandades que hacen por fomentarla, así como determinadas instituciones públicas o académicas. El Pregón Flamenco de la Semana Santa de la Peña Los Cernícalos llega esta primavera a su 49 edición, por cuyo atril han pasado Juan de la Plata, familia Gallardo, Antonio Murciano, Pilar Paz Pasamar o Pepe Marín, que leyó el relato escrito por Francisco Fernández del Castillo en la primera edición de 1972 al no poder hacerlo el pregonero por problemas de afonía. Este año el encargado de tomar la voz será Francisco Zurita, el Viernes de Dolores.

Otra peña que ha contribuido considerablemente en este escenario es la Buena Gente, con el Concurso mencionado líneas más arriba y que ya ha celebrado su primera sesión de semifinal, habiendo fijado para el 9 de abril la final en el Auditorio Cajasol de la Avenida Ingeniero Ángel Mayo. A su amplia programación cuaresmal hay que añadir su Exaltación, que pronunció Niño de la Fragua en San Mateo, y su Concurso de Letras por Saetas que en la primera edición ganó Rafael Lorente, al que habría que citar como autor de un libro que publicó en 2019 bajo el título ‘Canto Oración de la Semana Santa de Jerez de la Frontera. La Saeta’. Es fundamental renovar el repertorio.

La Peña La Bulería cita cada año a cientos de aficionados en su sede de calle Empedrada, desde cuyos balcones se le canta a las hermandades del Cristo de la Expiración o de la Yedra. “El momento del arte, cuando la Esperanza llega a la Peña La Bulería”, que diría el capataz Tomás Sampalo en ese instante de la madrugada. La Peña Tío José de Paulano falla con su familia Zambo, Ángel Vargas o El Borrico, cantándoles a la Buena Muerte, El Transporte o a El Prendimiento.

La Federación Local de Peñas Flamencas inició el pasado año, con motivo de la falta de procesiones en la calle, el ciclo ‘Venerarte con saetas’, con el que acercar saeteros a los templos para que no decayera esta tradición tan profunda. Por cierto, aquí se hace al estilo por seguiriyas. Tuvo una gran acogida, por lo que tiene continuidad. La Cátedra de Flamencología recuperó tras años en barbecho su programación cofrade con el nombramiento de Saetero Mayor a Ángel Vargas (año 2021), siendo Ana María ‘La Jerezana’ la reconocida en el año 2022. La delegación de Cultura del Ayuntamientode Jerez (PSOE) ha venido apoyando económicamente la mayoría de los actos referidos, además de mantener la Exaltación de la Saeta celebrada junto a Mairena, Málaga y Utrera, iniciativa del gobierno de María José García Pelayo (PP) hace nueve años y que fue pronunciada en esta edición por quien escribe estas líneas en la Iglesia de San Lucas.

Muy acertado se entiende el proyecto de la hermandad de La Soledadque impulsa el acercamiento de las nuevas generaciones a este mundillo con el Concurso Juvenil de Saetas por segundo año consecutivo, del que salió ganadora en su primera edición una entusiastaLucía Aliañointerpretando extraordinariamente la conocida “oración cantada”, y que alberga una complejidad especial por el fondo y la forma, previsto a tratar en siguientes entregas.

 

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