Las empresas de menos de diez trabajadores que den formación tendrán una exoneración del 70 % en los ERTE de limitación
El Gobierno y los agentes sociales apuran este lunes la negociación de las condiciones para prorrogar los ERTE asociados a la pandemia de la covid más allá del 30 de septiembre en búsqueda de un acuerdo con el planteamiento de vincular las ayudas a la formación como principal escollo.
Con la intención de llevar una propuesta con el acuerdo de todas las partes al Consejo de Ministros de mañana, el Gobierno seguirá este lunes en contacto con sindicatos y patronal tras una reunión convocada de urgencia para la tarde de ayer en la que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social detalló su propuesta de vincular las ayudas de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) a que los trabajadores reciban formación.
Según señalaron fuentes de UGT, desde la Seguridad Social -que no había acudido a los dos últimas reuniones- plantearon mayores exoneraciones para las empresas que implanten acciones formativas para sus trabajadores en ERTE, un punto que rechazan de plano desde CEOE y Cepyme y que los sindicatos tampoco ven adecuado introducir en esta ampliación.
De acuerdo con las mismas fuentes, las empresas de menos de diez trabajadores que den formación tendrán una exoneración del 70 % en los ERTE de limitación, que se rebajaría al 50 % si no se cumplen esas horas formativas.
En el caso de las empresas de más de diez, las exoneraciones serían del 20 % sin formación y del 50 % si sí se ofrece.
La propuesta plantea que las empresas de entre 10 y 49 empleados deberían impartir 30 horas de acciones formativas, cifra que sube a 40 horas en las de más de 50, e incluye un incremento de crédito para la financiación en el ámbito de la formación programada.
En el caso de los ERTE de impedimento, se mantiene el 100 % de exención en las cuotas que pagan las empresas a la Seguridad Social sin vincularlo a programas formativos.
Desde el inicio de las negociaciones, CEOE y Cepyme han mostrado su rechazo a un sistema de exoneraciones vinculado a la formación, algo que también comparten UGT y CCOO que creen que, dados los plazos para implantar este nuevo sistema, no podrá hacerse de forma adecuada.
Este planteamiento de vincular las ayudas a la formación ha sido defendido desde el primer momento por el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que subraya la importancia de ofrecer nuevas salidas a los afectados por un ERTE y de ir adoptando claves de un nuevo modelo más allá de la pandemia.
En el resto de puntos de esta nueva ampliación de los ERTE, bajo los que siguen unos 250.000 trabajadores, las partes han avanzando en el consenso y han cerrado, por ejemplo, la necesidad de mantener un mes más las condiciones actuales antes de que entre en vigor el nuevo esquema o que, en las nuevas tramitaciones, el silencio administrativo deberá entenderse como positivo.
También hay acuerdo en el mantenimiento de las condiciones de protección de los trabajadores con contrato fijo discontinuo o el mantenimiento del contador a cero hasta el 1 de julio de 2022.