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España

El efecto de las nuevas restricciones en las empresas de vehículos compartidos

El teletrabajo, la reducida oferta de ocio o el menor número de estudiantes presentes en la capital son algunos de los factores que afectan al sector

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  • Coches de ocasión. -

Las compañías de alquiler de vehículo compartido ("carsharing") que operan en España han visto cómo la recuperación de la demanda de su servicio se ha frenado, debido principalmente a las restricciones de movilidad que ha traído consigo la segunda ola de la pandemia.

"Medidas como el toque de queda han hecho que nuestro nivel de actividad decrezca un 10 %, experimentando entre un 60 % y un 65 % del nivel de actividad que veníamos teniendo antes de la pandemia", apunta a Efe Javier Mateos, consejero delegado de Zity, la empresa de coche compartido de Ferrovial y Renault que cuenta con más de 800 vehículos eléctricos en Madrid.

Además, Mateos afirma que las medidas de restricción de la movilidad actuales "reducen el tiempo de uso de los coches compartidos", con una diferencia que califica de "notable".

Zity es una de las cuatro grandes empresas del sector en España, que únicamente operan en Madrid, junto a Share Now, Free2Move y Wible, que se encuentran también en niveles de actividad lejanos a los previos a la pandemia.

Desde la compañía, aseguran a Efe que el efecto de las restricciones a la movilidad se ha notado "sobre todo los fines de semana" y descartan "una recuperación en el corto plazo del mercado", afectado también por nuevos hábitos de comportamiento que han surgido en estos meses, como el teletrabajo, la reducida oferta de ocio o el menor número de estudiantes presentes en la capital.

Desde Free2Move, la marca de movilidad urbana del Grupo PSA anteriormente conocida como Emov, reconocen a su vez a Efe estar sufriendo la segunda ola de la pandemia, aunque restan importancia a medidas como el toque de queda, del que dicen que “no ha tenido un efecto especialmente negativo en el servicio”.

EL "CARSHARING", LA NUEVA MOVILIDAD URBANA

En el contexto de incertidumbre actual, el coche compartido acaba de cumplir cinco años desde que desembarcara en Madrid a través de Car2go, la empresa del grupo Daimler (Mercedes) que en el primer trimestre se fusionó con Drive Now, propiedad de BMW, para operar como Share Now en ocho países europeos.

En pleno auge del sector, la Dirección General de Tráfico (DGT) dio un paso más para su impulso al publicar el pasado octubre una nueva instrucción sobre "carsharing" en el Registro de Vehículos, reconociendo su labor como "un servicio clave que complementa la oferta actual de transporte en los entornos urbanos".

En esta línea , la DGT también ha lanzado en las últimas fechas una etiqueta identificativa exclusiva para el coche compartido, que distingue la flota de vehículos del sector y actúa de la misma forma que la de cero emisiones.

A nivel local, y siendo Madrid la única región en la que operan estas empresas, tanto la Comunidad como el Ayuntamiento han puesto en marcha medidas de apoyo al sector, como los bonos de hasta 1.250 para gastar en "carsharing" si se achatarra previamente un vehículo de más de diez años, o la creación de plazas de aparcamiento exclusivas para estos vehículos.

Desde Wible aplauden estas medidas: "A más regulación, menos innovación. Madrid es una referencia para muchas grandes metrópolis gracias al marco de actuación que nos permite operar en la ciudad".

Pero según un estudio sobre los Hábitos de Movilidad de los Ciudadanos de Madrid realizado por Zity en septiembre, los usuarios piden aún más medidas que fomenten el uso del vehículo compartido.

Entre ellas, el 84 % de los encuestados pide más ayudas para el uso de vehículos eléctricos, el 69 % integraría el "carsharing" dentro del abono de transporte y el 68 % apuesta por crear aún más plazas de aparcamiento.

LA DESINFECCIÓN DE LOS VEHÍCULOS, CLAVE

En medio de la crisis sanitaria del coronavirus, las compañías coinciden en la necesidad de transmitir seguridad al cliente a través de la desinfección constante de sus vehículos.

Para ello, Zity ha contado con la ayuda de Ditecpesa, filial de Ferrovial, que ha diseñado una solución contra la covid-19 que mantiene los coches desinfectados "al menos durante 30 días".

Por su parte, Wible ha conseguido que el 85 % de sus usuarios valoren "muy positivamente" el mantenimiento de sus vehículos. Sólo en octubre llevó a cabo más de 11.000 limpiezas con un proceso basado en certificados validados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A pesar de las dudas que los usuarios pudieran tener en un principio sobre usar coche compartido durante la pandemia, Mateos asegura que, tras reactivar el servicio en mayo, fueron capaces de "recuperar prácticamente el 80 % del nivel de actividad" previo al estado de alarma, superando así todas las expectativas.

El consejero delegado de Zity cree que "la movilidad compartida seguirá creciendo", ya que según el estudio sobre los hábitos de movilidad realizado hace unas semanas, "el 81 % de los usuarios van a seguir utilizando el servicio lo mismo o más que antes del coronavirus". 

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