Las juntas de tratamiento de las cárceles catalanas han descartado que los nueve líderes independentistas condenados por impulsar el 1-O se confinen en sus casas durante la pandemia de coronavirus, ha informado la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima en un comunicado.
Este jueves, los miembros de las juntas de las prisiones catalanas han acordado que 15 presos en segundo grado y a los que se les aplica el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario --que permite salir de la cárcel para trabajar o hacer voluntariado--, en la misma situación que los presos del 1-O, permanezcan en sus domicilios durante el confinamiento.
Sin embargo, las prisiones de Lledoners (Barcelona), Mas d'Enric (Tarragona) y Puig de les Basses (Girona), donde cumplen condena los presos condenados por el Tribunal Supremo por el proceso soberanista, no han aprobado la medida para ninguno de sus internos.
La Secretaría ha calificado la salida de los 15 presos como una "medida inédita y extraordinaria" ante la emergencia sanitaria para reducir el número de internos en las cárceles y evitar propagaciones de coronavirus, y se aplica a cuatro internas de Wad-Ras (Barcelona), que ya están en sus casas, y a 11 presos de Quatre Camins, en La Roca del Vallès (Barcelona).
Las juntas de tratamiento del resto de prisiones catalanas han descartado aplicar la medida a ninguno de sus internos, y Quatre Camins trasladará la decisión al juzgado de vigilancia para que dé el visto bueno antes de ejecutarla: éste informará a la Fiscalía para que se posicione, y posteriormente ratificará o tumbará el acuerdo.
"AMENAZAS Y COACCIONES" DEL TS
La consejera de Justicia, Ester Capella, ha lamentado las "amenazas y coacciones" del Tribunal Supremo a los funcionarios de la Generalitat, después de que advirtió de que podían incurrir en delito de prevaricación si aplicaban la medida a los presos del 1-O.
Ante la pandemia de Covid-19, el Ministerio del Interior dictó una instrucción para que los presos clasificados en tercer grado, así como los de segundo grado y en algunos casos los que tienen flexibilización y están en CIS o secciones abiertas, pudieran pasar el confinamiento en sus casas para espaciar las prisiones y disminuir entradas y salidas ante el riesgo de contagio.
La Generalitat negó en un primer momento que la medida se pudiera aplicar a los internos en segundo grado --lo que incluía los presos del 1-O --, y sí aumentó el número de presos en tercer grado que pasan las siete noches de la semana en casa, en lugar de las dos habituales: antes de la pandemia eran 325 (el 19%) y ahora lo hacen 1.174 (el 69%) de los 1.700 presos en tercer grado.
El martes, la consejera anunció que las juntas de tratamiento estudiarían aplicar la medida también a los presos a los que se aplica el artículo 100.2, a lo que siguió el comunicado del Supremo avisando de posibles responsabilidades penales.
11 PRESOS CON COVID-19
Entre todas las cárceles de Cataluña, hay 11 presos que han estado enfermos por coronavirus: siete están ingresados en el Hospital Penitenciari de Terrassa (Barcelona) y dos en hospitales públicos, y dos más ya han recibido el alta médica.
Además, hay 27 funcionarios con coronavirus y 35 presos con síntomas a la espera de confirmar si son de Covid-19, y se mantiene confinada la prisión de Wad-Ras además del módulo 5 de Brians 1, donde se detectaron los primeros contagios.
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