Iniesta, que en los últimos días ya se entrenaba con el equipo, recibió ayer el alta y el entrenador, Pep Guardiola, podrá contar con él con vistas al encuentro del próximo sábado en el campo del Getafe.
El albaceteño, uno de los jugadores más brillantes en la pasada temporada del conjunto azulgrana, se lesionó el pasado 10 de mayo durante el partido ante el Villarreal. A sólo 17 días para la disputa de la final de la Champions, Iniesta sufrió una rotura de dos centímetros en el recto anterior del muslo derecho.
Después de acelerar la recuperación, el centrocampista pudo estar disponible para la final de Roma. Tras aquel partido, Guardiola desveló que los médicos habían prohibido al jugador disparar a puerta por el riesgo de recaída existente.
Pese a todas las precauciones, Iniesta recayó de su lesión y tuvo que comenzar un periodo de recuperación que se prolongó durante ocho semanas a partir del 5 de junio, con la idea de que el manchego estuviera a punto para el inicio de la pretemporada.
Pero las cosas volvieron a torcerse para el genial jugador azulgrana, ya que en la recta final de la recuperación (27 de julio) sufrió una viriasis, lo que retrasó algo más su puesta a punto.
102 días después Iniesta volverá a enfundarse la camiseta del Barcelona. El jugador se ha perdido todos los encuentros de la pretemporada y tampoco ha participado en las dos primeras competiciones que ha conquistado su equipo durante el primer mes del curso: la Supercopa de España y la de Europa.
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