La Iglesia católica recibe cada año unos 335 millones de euros procedentes de los donativos de los fieles; a través del cepillo, aportaciones y suscripciones, cantidad que supone el 36 % de la financiación de las diócesis, por encima de lo recibido a través de la asignación tributaria, que supone el 24 %.
Son datos extraídos de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia católica en España correspondiente al año 2016, que han sido dados a conocer hoy por el responsable de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, que ha desgranado las cuentas de esta institución.
Así, Barriocanal ha detallado que durante 2016 la Iglesia recibió un total de 269.389.849 euros (entre los que se incluyen atrasos de años anteriores) procedentes de la asignación tributaria, ingresos financieros y donativos.
La mayor parte de este dinero (el 80,4 %) se destina a las 69 diócesis españolas, las iglesias locales; un 6,5 % a atender el pago de la seguridad social de todos los sacerdotes y el 2,5 % se destina a una aportación extraordinaria para las cáritas diocesanas que gestionan los programas urgentes motivados por la crisis económica.
Un total de 4,7 millones de personas pasaron en 2016 por los 9.110 centros sociales y asistenciales de la Iglesia, que también atendió a 1,5 millones de alumnos en 2.591 centros católicos concertados, en los que emplean a 125.000 personas y -según Barriocanal- suponen al Estado un ahorro de más de 2.559 millones de euros.
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