La acusación contempla malversación por haber usado "cuantiosos fondos públicos que facilitaron la indispensable infraestructura informática y logística"
La acusación popular del caso 9N, encabezada por el Sindicato Profesional de Policía y la Unión Federal de Policía, ha pedido seis años de cárcel para el expresidente de la Generalitat Artur Mas, para la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega y para la que era consellera de Enseñanza Irene Rigau por organizar la consulta sobre la independencia en noviembre de 2014.
En su escrito de acusación presentado este lunes ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), el sindicato, de acuerdo con el resto de acusaciones populares, ha pedido abrir juicio contra los tres por desobediencia grave, prevaricación administrativa y malversación de caudales públicos --éste último es el que implicaría una pena de prisión--.
A diferencia de la Fiscalía que no aprecia malversación --por eso se limitó a pedir la inhabilitación de los tres por diez años por desobediencia y prevaricación--, la acusación sí que contempla este supuesto delito por haber usado "cuantiosos fondos públicos que facilitaron la indispensable infraestructura informática y logística".