El sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la laica italiana Francesca Chaouqui fueron interrogados y detenidos durante este fin de semana como sospechosos de difundir información confidencial del Vaticano, según ha informado la Santa Sede.
Ambos formaron parte en el pasado de la Comisión para el estudio y la dirección en la organización de las estructuras económico-administrativas del Vaticano (COSEA) como secretario y miembro de la misma, respectivamente. Esta comisión fue instituida por el Papa Francisco en julio de 2013 y disuelta cuando finalizó su mandato. Tras el interrogatorio, ambos fueron detenidos para continuar la investigación.
El promotor de Justicia del Vaticano, Gian Piero Milano, y su adjunto, Roberto Zannotti, ha confirmado la detención, aunque ha precisado que se ha puesto en libertad a Francesca Chaouqui, contra la que no se han encontrado evidencias que aconsejen la medida cautelar de detención, entre otros motivos, por su colaboración en la investigación. Por el contrario, la situación de Vallejo Balda se mantiene bajo consideración por parte de la Oficina del Promotor de Justicia.
La Santa Sede recuerda que la divulgación de la información y los documentos confidenciales es un delito recogido en la Ley IX del Estado de Ciudad del Vaticano. Asimismo, señala que los hechos anunciados son, como en el pasado, resultado de una "traición grave de la confianza depositada por el Papa Francisco".
En cuanto a los presuntos autores de este tipo de actos, advierte de que se está llevando a cabo una investigación, cuyas implicaciones y medidas penales son objeto de estudio por parte de la Oficina del Promotor de Justicia, con el objetivo de implementar medidas adicionales, "recurriendo, si es necesario, la cooperación internacional".
NO AYUDA A LA MISIÓN DEL PAPA
Finalmente, el Vaticano advierte de que las publicaciones de este tipo no contribuyen de "ninguna manera" a dar luz a la claridad y la verdad, sino más bien a "crear confusión e interpretaciones parciales y tendenciosas". "Hay que evitar absolutamente el error de pensar que esto es una manera de ayudar a la misión del Papa", concluye en un comunicado.
Lucio Ángel Vallejo Balda nació el 12 de junio de 1961 en Villamediana de Iregua (La Rioja) y fue ordenado sacerdote el 1 de agosto de 1987 en Astorga.
Estudió dos años de Filosofía en el Seminario Diocesano Mayor de Logroño, de 1979 a 1980, y otros cuatro años de Teología. De 1984 a 1985 continuó sus estudios en la Facultad de Teología del Norte de España, en Burgos. Además, es doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y también estudió Derecho en la Universidad Nacional de Formación a Distancia y en la Universidad de Salamanca.
Durante su carrera profesional, Vallejo Balda ha sido profesor en la Escuela Preparatoria en el Seminario de Astorga y en el Colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria (Zamora). Asimismo, entre 1987 y 1991 fue párroco de varias Iglesias en el sur de Sanabria. Además, antes de empezar a trabajar en el Vaticano, también fue administrador general del Obispado de Astorga y secretario del Consejo Diocesano para Asuntos Económicos, entre otros.
Belda y Chaouqui estuvieron presentes en 2013 en el polémico almuerzo celebrado en la azotea de la prefectura económica del Vaticano durante las canonizaciones de Juan Pablo II y Juan XXIII, que provocaron el malestar del Papa Francisco.
El Vaticano había denunciado este mismo domingo 1 de noviembre el intento de robo del ordenador perteneciente al revisor general de la Santa Sede, Libero Milone, encargado de supervisar la contabilidad de la Curia Romana, según informaba el diario 'Il Corriere della Sera'.
Según el periódico Milone designado por el Papa en junio para supervisar y controlar las cuentas de todos los organismos e instituciones vaticanas, ha presentado una denuncia ante la Gendarmería vaticana de consecuencia ha vierto una investigación para esclarecer los hechos de esta supuesta infracción informática.
Además se ha detallado que los autores de este delito podrían haber accedido a "documentos sobre las revisiones contables o sobre la reorganización en curso de los dicasterios (ministerios vaticanos)".
El Vaticano no se ha pronunciado ante estas acciones y solo ha comentado que "no tiene "nada que decir".
Los medios italianos se refieren a este caso como 'Vatileaks' 2 por su similitud con el escándalo que supuso en 2012 la revelación de la correspondencia privada de Benedicto XVI su mayordomo Paolo Gabriele.
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